Llevó a la mamá de Lionel a reportar su desaparición. Por muchas vueltas que le daba al asunto no le encontraba sentido alguno. La mamá del menor se hacía las mismas preguntas, mientras le proporcionaba información al policía enfrente suyo.
—¿Cuándo fue la última vez que lo vieron? —preguntó el policía.
—Hace una semana, estaba en mi casa —respondió Guillermo.
—¿Hizo o dijo algo que fuera sospechoso antes de desaparecer?
¿Qué no había sido sospechoso las semanas anteriores? Toda su actitud era extraña.
—Actuaba extraño, como paranoico —respondió la mamá de Lionel.
—¿Paranoico?
—Creía que lo observaban —añadió Memo.
—¿Es posible que haya decidido irse de casa sin decirle a nadie?
—No lo creo —respondió la mujer—. Siempre es de dejar una nota o algo, él no se iría sin decir.
Continuaron con el interrogatorio más tiempo. Al salir fueron a casa de la mayor, Guillermo no tenía idea de porqué ella quería que fueran ahí, pero era mejor hacer lo que pedía.
—¿No te dijo nada antes de irse? —preguntó dándole la espalda.
—Me hizo prometerle que lo amaría siempre —contestó—. ¿Le dijo algo a usted?
—De la nada empezó a ser bueno y amable.
—¿Nunca lo fue?
—Solo porque se sentía obligado, sé que me odia, honestamente, no lo culpo.
—¿Por qué?
—Nunca tuve tiempo para él, lo dejaba con un niñero… es algo por lo que aún me siento culpable.
—¿Qué pasó con él?
—Hizo cosas que… —su voz se quebraba—. Cuando me di cuenta mi hijo ya me odiaba, me culpaba por lo que le pasó, y a su papá también. Se convirtió en un niño problema. Lo expulsaron de la escuela por salir con su profesor… de hecho tenía una cosa con salir con personas mayores —afirmó.
Guillermo solo escuchaba atento lo que le tenía que decir. Cosas que Leo nunca le contó, aunque se hacía una idea del porqué.
—Hasta que empezó a salir con un chico que no era tan mayor, pensé que estaba bien… pero resultó ser peor que todos los viejos que se aprovecharon de mi niño.
—¿Peor? —Levantó una ceja.
—Era un criminal, involucró a mi hijo en sus porquerías. — Se volteó finalmente a verlo—. ¡Tres años en la cárcel! ¡Tres años por culpa de ese…! —Se tranquilizó, mirando hacia el suelo—. Cuando volvió siguió siendo el mismo, cometiendo los mismos errores, y entonces llegaste tú… —Lo miró, había desdén en su mirar, pero también, un poco, muy profundamente, de dolor—. Eres igual a todos ellos.
—Le aseguro que he estado trabajando en mis problemas, si ambos volvimos a estar juntos, fue porque él vio que había cambiado.
—Mi Leo es tan inocente… ¿cómo podría saber él si eres el indicado cuando tantas veces se ha equivocado?
—¿No cree que su hijo pueda formar su propio juicio?
—En el fondo solo sigue siendo un niño que quiere ser grande.
—Creo que le tiene muy poca fe a su hijo, él es un hombre fuerte y decidido, el hombre más maravilloso que he conocido, solo necesita ayuda y una madre que no lo cuestione constantemente.
—De todos modos no importa lo que pensemos de él, ya no está, quién sabe dónde esté.
—Solo podemos esperar que donde sea que esté, esté bien y que pronto lo encontraremos.
—O tal vez sí te abandonó después de todo… y a mí también. Solo espero que sea feliz lejos de nosotros.
—Aún así, no lo dejaré hasta tener una respuesta, ya sea que se haya ido voluntariamente o no.
Salió apresurado de la casa, la cabeza le empezaba a doler por todo lo que estaba pasando. No quería pensar en nada malo, pero todo parecía indicar que se lo habían llevado contra su voluntad. El quién y adónde todavía estaba en investigación.
[•••]
Había pasado ya mucho tiempo y aún no tenían noticias de Lionel. Guillermo estaba cada día más angustiado por lo que pudiera pasarle. Decidió entonces tomar cartas en el asunto, lo buscaría él mismo, iría a donde fuera hasta encontrarlo y no se iría hasta saber lo que realmente pasó.
En las noticias, como era de esperarse, ya aparecía el caso de su desaparición, mezclada con otras cosas para hacerla más "interesante" para el público. Esto, por supuesto, no le gustó a Memo ni a la mamá de Leo –ambos se habían vuelto más cercanos, quizá por compartir un sentimiento de abandono o las ganas de encontrar al menor–, pero poco se podía hacer, solo esperaban que de alguna forma esto pudiera ayudar a encontrar a Lionel.
[•••]
Ocurrió un día soleado, casi como anunciando lo que se avecinaba. Memo había recorrido ya varias ciudades, buscando a su amado. La llamada que una persona le hizo a su suegra (tomó bastante tiempo y esfuerzo que ella lo acepte) se mostraba alentadora, por supuesto que antes habían recibido llamadas "de broma" que solo los confundían más, pero esta vez él estaba seguro de que esa podía ser.
Y no se equivocaba…
Ahí estaba su amor, por el que no había podido dormir incontables noches pensando en lo que podría haberle pasado. Tenía una sonrisa tan serena, ahí, en medio de un desolado parque, el sol lo alumbraba de forma tal que parecía de otro mundo, estaba tranquilamente leyendo un libro, tan sumido en su lectura que ni siquiera vió al otro hombre acercarse. Solo se percató de su presencia cuando este se sentó junto a él.
—¿Qué haces aquí? —se sobresaltó.
—Vine a buscarte —respondió obvio el de rizos.
—Tienes que irte. Ahora —hablaba nervioso y mirando a todas partes.
—¿Por qué?
—Por favor, solo vete —su voz temblaba y Memo se preocupó.
—¿Estás bien?
—No, no lo estoy, vete y no hagas las cosas más difíciles.
—Bien, bien, me voy, pero volveré. —Se levantó.
—¡No quiero que vuelvas a buscarme! —gritó ya empezando a llorar—. ¡Quiero que te vayas y me dejes solo!
—¿Por qué? ¡Solo dime por qué y me iré!
—N–no puedo decírtelo ahora.
—¡Tu mamá y yo estamos muy preocupados por ti, hemos hecho de todo por encontrarte y ahora me dices que me vaya sin ninguna explicación!
Un nombre apareció de la nada. Cuando Lionel lo vio limpió sus lágrimas y se levantó rápidamente.
—¿Hay un problema? —preguntó el hombre.
—N–no, él ya se iba —habló Lionel mirando a Memo—, ¿verdad?
Su rostro se mostraba sombrío, pero Guillermo había pasado incontables días con él, sin mencionar el hecho de que era su actor principal, había aprendido a leer sus micro expresiones. En ellas se reflejaba el miedo y la culpa. Ojos de: «Lo siento, pero tuve que hacerlo».
Se fue, intentando no mirar atrás, pero por supuesto que seguiría buscándolo, descubriría la verdad, no importa cómo. Aún si él no quería.
Nota de autor:
¡Hola! (Ya no sé qué poner aquí XD).
Gracias por el apoyo, no olviden lavarse el siempre sucio. <3
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Lights, camera, action! [MECHOA]
FanfictionEs la historia de la película más genial del planeta y de la pareja dispareja que la hizo posible. °TW: Menciones de suicidio, alcoholismo, depresión, etc. °AU donde Memo es un director de cine y Messi es el actor principal en una de sus películas.