SECUENCIA DIECISIETE

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Bueno, lo admitía, había mentido, en muchas ocasiones, pero, ¿qué más podía hacer? Debía asegurar su propia supervivencia y la de su amado.

Bajó hasta la sala. Ahí se encontraba el rizado, lo miró sonriendo, acercándose a él y abrazándolo, tan fuerte que parecía que iba a asfixiarlo en cualquier momento.

—¿Salió todo bien? —preguntó.

Messi le contó sobre lo que el otro le había pedido y le contó también que tenía un plan de escape. Su novio estaba más que bien ayudándolo. Aunque en el fondo se sentía mal porque su Leo tuviera que hacer eso, él le repetía que era todo por su propio bien.

—Sip, podemos irnos.

Sonrieron y se dieron un tierno beso, tomándose de las manos y saliendo del lugar. Era la primera vez que Lionel respiraba aire fresco después de mucho tiempo. Cerró sus ojos, no tenía prisa alguna. Apretó la mano de Guillermo, cómo preguntando si todo eso era real, si de verdad se había acabado todo, si podían finalmente ser felices juntos. Francisco apretó su mano de vuelta, esa era toda la afirmación que necesitaba.

Caminaron tranquilamente, la casa estaba en las afueras de la ciudad. Mientras lo hacían, una duda llegó a la cabeza del más bajo.

—¿Y ahora qué?

—Regresaremos a casa.

—¿Y entonces?

—Podemos finalmente terminar la película, si quieres.

—Me parece bien. —Sonrió.

[•••]

Al llegar a su casa su mamá lo recibió con un abrazo, lágrimas salían abundantes.

—Te extrañé, mamá. —Lionel la abrazó, permitiéndose llorar también—. Perdón por todos los problemas que he causado.

—Oh, hijo, tú nunca me has causado ningún problema, siento haber sido tan dura contigo, solo quería lo mejor para ti. —Se soltó del abrazo para esta vez hacerlo con el rizado—. Gracias por traerme a mi hijo a salvo.

—Lo hice porque lo amo y no podría dejarlo solo. —Él también se estaba contagiando por las lágrimas—. Le pido que me deje salir con su hijo. —Tomó la mano del menor, quien se sonrojó ligeramente.

—¡Claro que sí! Has demostrado que realmente te mereces a mi hijo, pido perdón por todas las veces que hablé mal de ti.

—Gracias, prometo que haré a su hijo la persona más feliz del mundo.

—Ya lo soy, justo ahora —intervinó Lionel, mirando a Guillermo con los ojos que lo cautivaron la primera vez que lo vio.

Ambos se quedaron a cenar, comentándole a la mujer todo lo que había pasado. Los tres agradecieron que todo salió bien y que podían estar juntos finalmente.

[•••]

Habían concluido el rodaje. Todos los involucrados estaban felices, más que nada por el regreso de ambos hombres, quienes además les confirmaron su relación –ninguno se sorprendió, lo sospechaban desde un principio–.  Todo el estudio se llenó de algarabía, por supuesto, ninguno de ellos les dijo lo que realmente había pasado, quedó como un secreto, optaron mejor por decirles que se tomaron unas vacaciones.

Aún había bastante trabajo que hacer. Lionel se abocó a encontrar a un distribuidor mientras Francisco supervisaba la postproducción. En general, el ambiente era agradable para todos, Guillermo seguía yendo a terapia por lo que ya no era para nada violento, trataba a todos con paciencia, cariño incluso, eran como los hijos que nunca tuvo –y nunca tendrá, siendo honestos, odia a los niños–. No puede evitar sentir admiración por esos chicos, sabía que dejaba su trabajo en buenas manos, sabía que ellos continuarán su legado.

[•••]

En las noticias pasaban lo que ocurrió en aquella casa, habían encontrado el cuerpo del hombre. Parecía extremadamente obvio que se trataba de un ajuste de cuentas, él tenía demasiados enemigos.

Lionel y Guillermo veían las noticias tranquilamente, no sabían lo que el futuro les deparaba, pero sabían que al menos una oscura etapa de sus vidas había terminado. Podían respirar tranquilos por un rato.

Otra noticia saltó a la pantalla. Lionel era el centro de atención esta vez. Había vuelto a su casa, informaron los medios de prensa.

—Mira Memo, soy famoso —bromeó Messi.

—¿Cómo se habrán enterado?

—Son periodistas, eso de ser chismosos les sale muy bien —comentó riendo, gesto que Guillermo copió—¿Crees que ya sepan lo nuestro?

—Ya se te subió la fama a la cabeza.

Ambos continuaron riendo y bromeando hasta que fue hora de irse a dormir.

—No me abraces tan fuerte que no podré respirar —dijo Lionel, estaban echados de cucharita, con el mayor abrazándolo fuertemente por detrás.

—No, no quiero que me vuelvas a dejar.

—Claro que no lo haré, sabes muchas cosas, debo mantenerte vigilado —bromeó.

—Te quiero.

—Y yo a ti.

Se besaron, durmiendo plácidamente. Soñar con el menor se había vuelto algo habitual para Memo, pero le gustaba, aunque algunas veces sus sueños se pusieran muy húmedos. Y Lionel, bueno, él soñaba cosas que volverían loco a cualquier psicoanalista. Recuerda cuando le contó uno de sus sueños a Francisco, no olvidará nunca la cara que puso cuando lo hizo.

[•••]

Guillermo no debió subestimar a la prensa, en menos de lo que esperaba ya se sabía de su relación con Lionel. Había fotos de ambos juntos y muchos comentarios, la mayoría diciendo que no durarían mucho debido a la personalidad explosiva de Memo y otros deseándoles suerte. También apareció aquel evento en el que todos sabemos lo que pasó, parece que ese vídeo los va a perseguir toda su vida. Muchas personas decían que eran tal para cual debido a dicho vídeo.

A ambos la situación les parecía graciosa y gracias a eso llamaron la atención de algunas personas interesadas en su filme. Esta vez Messi sería más cuidadoso con a quien le daba la oportunidad, no quería aparecer en toda los noticieros insultando a medio mundo.

Finalmente, después de muchas entrevistas y mucho trabajo tenía el lugar donde se presentaría el estreno, un cine local, era el mejor lugar para hacerlo, a Francisco le gustó la idea y estaban más que felices.

Siete días para completar la postproducción. Todos estaban ansiosos, más Memo, pues en su cabeza rondaba una pregunta.

¿Qué haría después de esto?

No tenía idea de qué hacer, no estaba dentro de sus planes el enamorarse de Leo, no se arrepentía, pero eso le dió un giro total a sus planes. De pronto el hecho de sentirse sin propósito lo embargó.

—¿Sabes qué no has hecho nunca? Un musical, creo que te saldría bien, además, tienes el teatro, ¿o no? —le comentó Leo, una noche en que no podía dormir por no dejar de pensar en eso.

—¿Un musical?

—Sipi, yo te ayudo, si quieres.

—¿Puedes cantar?

—Nah. —Se quedó dormido nuevamente.

La postproducción había concluido. Faltaba solo un mes para el estreno.









Nota de autor:

El siguiente es el último capítulo, dejaré está información y me iré lentamente.

Muchas gracias por apoyar, enserio, nunca me cansaré de decir lo agradecidx que estoy con todos ustedes por su apoyo, son aquello que me inspira a seguir escribiendo.

<3

Lights, camera, action! [MECHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora