Advertencia:
Mención de suicidio.Cuando regresó al mismo parque al día siguiente a la misma hora se dió cuenta de que él ya no estaba, supuso que después de su intercambio de ayer quien sea que lo mantuviese cautivo no querría arriesgarse a que lo encuentren, por lo que ya no lo dejó ir. De nuevo iba a tener que buscarlo, pero no perdería las esperanzas, prometió que le haría feliz y lo cumpliría.
Se fijó entonces en un ligero detalle, una hoja de papel enterrada en el suelo, suficientemente visible como para que solo él se diera cuenta, obviamente esta la había escrito Lionel, podía reconocer su letra muy bien. Dentro de esta, estaba escrita una dirección. Sin más, decidió ir hasta ese lugar.
Llegó al lugar, no era especialmente llamativo salvo por un detalle. Mirándolo desde lejos se percató de que habían muchas personas como la que había visto el día anterior y eran igual de amenazantes, todas dispuestas alrededor de la casa, como si el dueño no quisiera que nadie supiera qué había adentro… o quién, de hecho.
Tenía que encontrar una forma de entrar ahí, tenía que ser precavido.
La oportunidad llegó más bien temprano, quizá ayudado por Lionel. Vio en un anuncio en el periódico que precisamente en esa casa buscaban personal. Comparó la nota de Lionel con el anuncio y no tardó en darse cuenta de que esa era la casa. Evidentemente no desaprovecharía la oportunidad.
Fue al lugar muy temprano en la mañana y fue recibido por esos hombres, que mientras más veía más miedo le daban, pero no podía ni debía echarse atrás.
«Todo sea por Leo». Se repetía en la cabeza como un mantra.
Lo encontró ávidamente leyendo un libro. El otro hombre se retiró y él empezó a buscar si habían más personas ahí adentro o incluso cámaras de seguridad.
—No te preocupes, no hay nadie aquí, estamos solos —dijo Messi, aún sin despegar la vista de su lectura.
—Nunca te había visto leer —comentó Ochoa más calmado, pero aún sentía miedo de ser vigilado.
«Con que así se sentía Leo, ahora puedo entenderlo». Pensó.
—Pues no hay mucho que hacer por aquí. —Finalmente despegó la vista de su libro, mirando a Ochoa—. Cambié de opinión, ya no quiero que te vayas.
—¿Por eso dejaste la nota?
—Sí, pero como no venías me desesperé y opté por medios más… obvios
—Bueno, todas esas personas estaban ahí afuera, no creo que pudiese entrar.
—Ahora puedes, eres mi asistente —dijo con un tono impersonal.
—Bien, pero quisiera pedirte un favor.
—Quieres saber, ¿verdad?
—Sí, por favor.
—¿Te hablé del tipo por el que fui a la cárcel?
—Sí, y también tu mamá.
—¿Hablas con ella? —Esto lo sorprendió de sobremanera.
—Somos mucho más cercanos ahora… creo que ya se hizo a la idea de que esté contigo.
—Es una lástima que ya no —suspiró—. En fin, un día ese chico me llamó y me dijo que vendría por mí.
—Por eso empezaste con tu paranoia.
—Sí. La última vez que estuve contigo él fue a buscarme… y ahora estoy aquí.
—¿Por qué no dijiste nada?
—Tuvo el suficiente tiempo para planear su "venganza". A tipos como él no hay que tomárselos a la ligera. Puede parecer que tengo libertad ahora, pero es muy limitada. —Bajó su playera, revelando una cicatriz en su pecho, justo encima de donde se encontraba su corazón—. Esto pasó cuando llamé a la policía, incluso tiene gente ahí, el muy bastardo —rió amargamente.
En la cabeza de Guillermo se formaban extrañas ideas, quería hacerle lo mismo a ese hombre, quería que pasara por lo mismo por lo que pasó su Leo.
—¿Dónde está? —Sus ojos estaban nublados de ira. Lionel, viendo esto, se apresuró a tomarlo de la mejilla, calmandolo.
—No está aquí, solo viene en las noches y se va muy temprano en la mañana. Te llamé porque me siento muy solo y quiero que me hagas compañía —habló en un tono sugerente, que detallaba sus verdaderas intenciones.
—¿Y si nos encuentra? —preguntó mientras era acorralado contra una pared por el más bajo.
—Sería un honor morir junto a ti… y también lo heriría el saber que nunca lo amaría, de cualquier forma yo gano.
—¿Enserio quieres morir?
—Esa era tu idea al finalizar tu película, ¿no? No veo porqué no adelantarlo.
—Yo… quería una vida contigo, ya ni siquiera quería morir.
—Yo sí. —Se separó del rizado, enojado y apretando los puños—. Odio verlo todas las noches, odio tenerlo aquí, odio esta cicatriz, odio cuando me toca, me hace sentir tan desagradable… —Se abrazó a sí mismo, sintiendo un nudo en su garganta.
Memo lo abrazó con fuerza por detrás, apoyando su barbilla en su cabeza y tambaleándose lentamente con él. Ambos lloraron, uno por no haber estado para protegerlo y el otro por haber pasado por esa tortura.
—Por favor, por favor, quiero tenerte conmigo —susurró Lionel—. Quiero que solo tú me toques, que solo tú me tomes, quiero ser solo tuyo y de nadie más y quiero que tú solo seas mío.
Se besaron, un beso tan cargado de emoción, tan necesitado. No tardaron en subir hacia la habitación principal, Francisco ni siquiera le prestó atención a los detalles, estaba más ocupado viendo cómo el otro se desvestía, haciendo él lo mismo, ambos se acercaron ya completamente desnudos, admirando la desnudez el uno del otro. No perdieron tiempo y volvieron a juntarse, cayendo ambos a la cama, la habitación se llenó de gemidos y lágrimas de excitación, moviéndose al compás uno del otro. El mundo se les desdibujó, solo era esa habitación, solo esos amantes, queriéndose a escondidas, no sabían qué les deparaba el destino y honestamente no les importaba.
[•••]
Memo estaba limpiando a su amado, borrando todo rastro de que él alguna vez hubiera probado el fruto del deseo. Mientras contemplaba a su somnoliento amado, una idea cruzó por su cabeza.
—Huyamos juntos —le sugirió al otro, quien abrió los ojos consternado.
—Ya lo intenté, no funcionó —volvió a mostrarle la cicatriz, la cual el otro comenzó a besar, de esta forma mostrándole que aún con esa marca nunca lo dejaría de amar.
—Tengo un plan.
Nota de autor:
Se viene lo chido, preparen sus palomitas y todo lo demás porque me voy a lanzar un Tarantino 😈 (no es broma).
Como siempre muchas gracias por todo el apoyo que me dan, es todo lo que un escritor puede pedir (bueno, si pueden también paguen mi internet, porque no llego 😔).
<3
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Lights, camera, action! [MECHOA]
FanfictionEs la historia de la película más genial del planeta y de la pareja dispareja que la hizo posible. °TW: Menciones de suicidio, alcoholismo, depresión, etc. °AU donde Memo es un director de cine y Messi es el actor principal en una de sus películas.