ଽ '⸼ ⤹ ᴍᴀғɪᴀ ʙᴀʙʏ [ SJ ]

ଽ '⸼ ⤹ [ 07 ]

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El hombre movía de arriba a abajo sus rodillas teniendo ese pequeño cuerpo entre sus brazos intentando calmarlo o entretenerlo siquiera con el suave vaivén, sosteniéndolo muy firme para que no se escape mientras intenta hablar con los invitados, los cuales ya estaban más que histéricos y miedosos.

Que groseros, incluso podía escuchar a Jinnie ronronear muy muy en el fondo de lo dulce que podría llegar a ser.

En ese mismo momento un gran gruñido se escapó de seokjin quien con la mirada fija y las pupilas dilatadas solo podía ver a esos dos objetivos tan cerca de él, como dos cebras bebés frente a un león hambriento. Por más que intentó e intentó en estirarse o escapar de esa pequeña fricción de brazos fuertes no pudo y eso solo aumentaba su ansiedad.

—Seokjinnie es algo rudo y juguetón —intentó aligerar el ambiente, pero ese par de niños lo ignoró por completo —suele estar muy alterado a estar horas si no tiene su siesta —

—S-Señor ¿E-ese es su hijo? —genial, ahora tenía a dos niñatos asustados y con mirada expectante, como era de rutina ya se esperaba las preguntas que le llegarían después de dejar ir a esos dos chicos, si es que lograban escapar con vida.

—Jinnie, ellos son Hyubin y Soobin, son gente del trabajo —de nuevo el pequeño cuerpo se remueve con fuerza bruta y al no conseguir nada de nuevo bufa —Los necesito vivos bebé, no puedes matarlos ahora —

Un pequeño "¿A-Ahora?" Se escuchó, pero lo ignoró, estaba más concentrado en controlar a su enfuruñado gatito que como un berrinchudo total estaba que renegaba ante su negativa.

—Estan en casa —y como si de solo recordarlo le subía el instinto asesino, sus pequeños gruñidos iban en aumento —Déjame hacerlo papi, por favor —

Y cuando el mayor volvió a negar, como todo gatito rebelde gritó y utilizó todas sus fuerzas para escapar, se removió tanto que parecía loco bajo la mirada de los visitantes y algo habitual para los guardias que se acercaban en auxilio del líder, quien con suspiros y pequeños regaños intentaba detener esa rabieta, con dar cada traidor para asesinar estaba mimando demasiado a su gatito que ya nisiquiera intentaba obedecer.

—Jinnie. —

—¡Suelta! —

—seok- —la habitación se volvió silenciosa de repente, los hombres grandes de traje se quedaron congelados, seokjin se quedó estático hasta que reaccionó y tocó delicadamente el rasguño que decoraba la mejilla del mayor, no era profunda ni mucho menos peligrosa, era solo una pequeña cortada hecha con sus uñas entre todos los movimientos que hacía, cosa que tenía confundidos a los dos jóvenes por su increíble forma de cambiar de actitud en cuestión de segundos, la seriedad del hombre, que observó como esos grandes ojitos marrones se llenaban de lágrimas y de pronto los gritos se transformaron en un llanto ruidoso y fuerte —Gatito... —

—¡L-Lo siento, lo siento, lo siento! —esos bracitos se abrazaron a su cuello e intentó ocultarse allí de la pena, no podía soportar eso, herir a quien le dió todo, lo trata más que bien y él le paga de esa manera, no puede ni pensarlo —P-Papi lo siento, j-jinnie lo siente m-mucho —

Y nadie se lo esperaba, pero el gran jefe del lugar, el hombre despiadado en su trabajo y que no parecía conocer la palabra "misericordia" de nuevo caía a los pies de su pequeño bebé, abrazó ese frágil cuerpo y acarició ese suave cabello como solo él lo podía hacer, quería tanto a seokjin y en situaciones como esta se daba cuenta que seokjin lo quería, lo apreciaba a su manera.

—Esta bien Jinnie, no te preocupes —intenta separarlo para verlo a la cara, pero el otro no se deja —No es grave, la última vez estuvo peor —no pudo evitar reír al escuchar pequeñas quejas y más llantos, no era la primera vez y dudaba que sea la última.

—L-Lo siento papi —por fin pudo ver esa carita húmeda y algo roja, esos labios gruesos temblaban y no dudó en plantar un pequeño beso en su frente.

—Te perdonaré, pero tendrás que decirme dónde estan los juguetes peligrosos que pusiste hoy —el chico asintió y apuntó rápidamente a la mesa ratonera, en específico donde descansaba el primer plato de postres.

—V-Veneno, granada, y f-flechas —apuntó a otros dos lugares, con sus pequeños dedos contó varias más y al obtener esa sonrisa orgullosa solo podía decir que aveces portarse bien valía más la pena que su diversión.

—¿Qué me dices de dejarlos vivir? —esos ojitos vieron a esos dos intrusos y volteó a su padre algo dudoso — solo por hoy, necesito a estas personas vivas —

Soobin que ahora tenía un cojín como escudo raspó su garganta e interrumpió —y s-sin ningún rasguño —aunque se ganara un ceño fruncido del castaño y un pequeño "si, eso" desinteresado.

Un pequeño puchero se formó en esa boca gordita y como si hiciera memoria volvió a apuntar —En el baño y la entrada también —

—Buen chico, ahora necesito tus armas —

—Papi~ —

—Sabes las reglas gatito, sin tus armas en la casa —y solo bastó extender su mano para que una navaja blanca de letras doradas cayera en su mano, al igual que dos cuchillas en color rosa escondidas en sus calcetas y por último un arma de fuego en color rosa pastel con una gran ‘J’ en brillitos, ese ceño fruncido, mejillas abultadas y brazos cruzados cambiaba toda su aura, ahora con ese cabello alborotado parecía un bollo dulce y bonito.

—Oww, es...muy tierno —hyebin miró a su desconcertado compañero, incluso ella estaba sorprendida de lo que decía.

—Ten cuidado, lucir tierno e inocente es la forma en la que caza sus víctimas —de pronto un fuerte grito se escuchó desde lejos y varios ladridos luego de eso. El hombre suspiró fuertemente y apretó esas mejillas gorditas recibiendo quejas —¿No te faltó alguna trampa de casualidad bebé? —

—ups- auch~ —wsas manitas acariciaron su piel suavecita que fue castigada mirando algo molesto al mayor —solo la del patio —

—Liberaste a los perros, vas a limpiar ese desastre Kim seokjin —

—Papi~...por favor —

—Es la cuarta sirvienta en esta semana bebé, no aceptaré más caprichos —

Dicho eso los invitados ya nisiquiera estaban en el sillón, estaban a casi nada de salir corriendo por la puerta, se notaba el nerviosismo en su voz y el como temblaban sus extremidades.

—¿C-cuarta? W-wow me sorprende que sigamos vivos —su compañera le dió la razón a la vez que ambos con pequeños pasos se iban alejando más y más.

—Yo que ustedes vuelvo caminando —esa dulce voz los interrumpió, esos bellos ojos marrones parecían inocentes que combinaban tan bien con ese cabello frondoso y linda sonrisa, un niño en el cual cualquiera confiaría sin dudar si no lo conociera —o no, puede ser que dejé uno de mis juguetes en su autito —

Ese gatito nunca cambiaría.

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¡Damos por finalizada Mafia Baby de seokjin! 🎉

Les agradezco la paciencia✨, gracias por llegar hasta aquí, leer, comentar y votar, gracias por el apoyo ♥️😭

Es el último capítulo de esta historia cortita, pero habrá más historias bonitas de seokjin chiquito ♥️🤸

Tkm <3 bai 🌱