capítulo 3: Querido vecino... múdate,

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Creo que el sonido que más odio en esta vida es el de la alarma de mi reloj ¿a quien se le ocurrió que las 7 de la mañana sería la mejor hora para ir a la escuela?, con trabajo puedo abrir los ojos, lo único bueno es el rico desayuno que mi madre me hace para que no sufra tanto la mañana, en fin, como siempre me quitaré la pijama para ponerme otra pijama bueno un suéter inmenso y mis pantalones más grandes que encontré, me hice un chongo mal hecho y me bañé de el perfume de mi madre, baje como un zombi por las escaleras para desayunar para ver a mis padres felices como si fueran las 5 de la tarde, claro como ellos no son los que van a la escuela...

—Buenos días Elena ¿ lista para tu primer día en la escuela?— mi padre tenía una sonrisa mañanera.

Ni siquiera es el primer día, es el día de introducción al último año— sí padre, súper lista.

—Desayuna hija te hice panqueques— me sonrió mi madre con la comida en la mano dejándola en la mesa.

—Emmm ¿me llevarán a la escuela?

—No, te vas a ir en tu bicicleta o patineta.

—Pero padre, la escuela está a 2 km y apenas me estoy levantando, por favor llévame hoy.

—Te llevaré hoy, pero te regresas tú sola— bueno, mínimo ya estaré más despierta para la salida.

—Bueno, dale, vamos— se levantó mi padre de la mesa con un pan en la boca y tomando sus llaves.

Solté un suspiro porque había decidido a resignarme, me pare de la mesa y tome 3 libretas por cualquier cosa, me subí al auto y en mi otra mano tome mi patineta para regresarme patinando, la verdad no estoy emocionada, ya me da igual, me sé de memoria estos recorridos, solo tengo que sobrevivir 3 horas y después conocer a los vecinos de al lado y ya, que tan malo puede ser.

—Toma Elena— dice mi padre mientras me da mi teléfono.

—Gracias—solté ese Gracias con mucho miedo.

—Espero que tú y Morgan aprendieran la lección. .

—Sí padre, Gracias de nuevo, nos vemos más al rato.

Al bajarme del auto, me puse a patinar lo poco que quedaba de distancia, teniendo una cara de muerto mientras escuchaba música y teniendo un sentimiento de odio a todo lo que me volteara a ver, abrí la puerta y me dirigí al salón que decía el folleto que nos dieron, al entrar al salón ya se encontraba el maestro que nos daría el recorrido, bueno, eso pensaba.

—Buenos días alumnos nuevos de último año —dijo el maestro con una sonrisa — Hoy van a tener su recorrido por la escuela que empezará el lunes, para que tengan un mejor recorrido cada uno tendrá un alumno asignado, estos alumnos llevan en esta escuela desde primaria, y fueron asignados para enseñarles la escuela, a continuación diré el nombre de quien les dará el recorrido a cada quien.

Increíble, socializar con chicos de mi edad, lo bueno es que solo será poco tiempo.

—Elena Harrington, tú vas con... Lucas Baker.

Si mis ojos no fallan este chico está muy guapo, pero no es mi tipo de niño, que vergüenza, vengo casi casi en pijama, por eso jamás tendré novio, trágame tierra y escúpeme en donde sea menos aquí.

—Hola Elena, mucho gusto, me llamo Lucas—me sonrio de lo más lindo.

—Hola Lucas, igualmente un gusto— por dios ¿ese chico será mi compañero? creo que el último año no será tan malo después de todo.

Claramente me quedé quieta solo mirándolo sin decir una palabra, estaba muy nerviosa, así por 3 minutos hasta que rompió el silencio.

—Elena ¿lista? —me pregunto después de ver cómo tenía la mirada en el suelo.

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