2. Feliz Navidad

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Daba vueltas en la cama buscando la mejor posición posible para dormir, pero cuanto más se movía, menos sueño tenía. Molesto se sentó en el borde de la cama buscando sus pantuflas en la oscuridad para ir a buscar algo de comer, si no podría dormir al menos llenaría su estómago con lo que hubiera en la cocina para comer.

Caminaba por los pasillos desolados sin ningún cuidado, siendo el único de su clase que permanecía en los dormitorios de la academia, podía hacer todo el ruido que quisiera. Se sentía culpable por dejar a su hermana mayor sola en casa con el hombre que decía ser su padre, pero lo último que quería era tener que fingir felicidad en una fecha que solo le traía malos recuerdos y sentimientos de culpa cuando veía lo rota que estaba su familia.

—Espero que quede algo de soba —murmuró, entrando de puntillas en la cocina, como si hubiera alguien que pudiera regañarle por comer tan tarde en la noche.

Abrió la puerta del refrigerador con el anhelo de encontrar un plato de soba, pero todo lo que encontró fueron sobras de pizza a medio comer de la tarde anterior. Frunció el ceño, lamentando no saber cocinar ni siquiera un huevo frito sin quemar algo.

—¿Icyhot? —dejó escapar un grito de miedo y se giró rápidamente casi cayendo al suelo, en la entrada de la cocina estaba Bakugou Katsuki tratando de ocultar una sonrisa burlona ante su reacción.

—En mi defensa, pensé que estaba solo en los dormitorios.

Sintió sus mejillas calientes por la vergüenza, de todas las personas posibles, había sido el chico que parecía no soportar su presencia el que había visto un lado bastante patético de su parte. Katsuki avanzó hacia el refrigerador y resopló molesto cuando vio que no había nada para comer, luego lo miró por el rabillo del ojo mientras comía un trozo de pan que había encontrado en la despensa, y suspiró exasperado.

—Deja eso, no sabes dónde estuvo.

—Tengo hambre —dijo con sus mejillas abultadas, Katsuki tuvo que admitir que Shouto era demasiado adorable para su salud.

Sin responder, comenzó a moverse libremente por toda la cocina tomando los utensilios necesarios para cocinar siendo observado por la curiosa mirada heterocromática, tenía hambre y por más que quisiera, no podría dejar a su suerte al pobre bicolor que parecía disfrutar de ese pan de dudosa procedencia.

—Siéntate y déjame cocinar en paz —obedeció sin chistar ahora que sabía que conseguiría comida gratis.

—Por cierto, ¿qué estás haciendo aquí? —apoyó el codo en el mostrador para dejar caer su mentón en la mano y observar atentamente los movimientos del cenizo.

Pasaron unos minutos en los que el único sonido que se escuchaba era el del cuchillo cortando las verduras con bastante maestría.

—Discutí con la bruja y no quería estar escuchando sus jodidos gritos todo el fin de semana.

—Pero es navidad.

—Podría decir lo mismo de ti, ¿no?

Shouto bajó la mirada al recordar que su hermana estaría sola en la gran mansión de los Todoroki porque dudaba de que Natsuo pusiera un pie en esa casa si eso significaba toparse con Enji, ni podría ir a visitar a su madre porque las visitas no estaban permitidas en días festivos.

—Supongo que provoco menos problemas estando lejos.

Katsuki se arrepintió de haber hecho ese comentario sabiendo la complicada situación en la familia del bicolor y terminó de cocinar en completo silencio mientras era observado por su compañero con gran admiración por sus prolijos movimientos. Shouto pensó que había comenzado a babear cuando descubrió que el cenizo estaba cocinando su comida favorita, y Katsuki sonrió con orgullo cuando vio el brillo en los ojos heterocromáticos.

One Shots | TodobakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora