You're a monster

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Mientras el sol se ocultaba y mostraba un bello atardecer, los pajaritos volaban por el cielo amarillento mientras cantaban melodiosas canciones. Un carro de color azul oscuro se estacionaba al frente de una glamurosa casa enorme con jardín y una fuente de agua en medio, pasando por la puerta blanca al frente suyo, mostrando una mirada cansada.

Quackity acababa de llegar a su casa después de un arduo día de trabajo a tiempo completo con uno de sus clientes para resolver un caso sumamente importante, ganándolo por cierto. Él era abogado, y uno muy reconocido en la ciudad. Amaba su trabajo, pero aveces solo quiere descansar de todo el tormento.

Lo que más deseaba en ese momento, era abrazar a su marido acurrucados en la cama mirando cualquier película que les apetezca.

Y cómo si Dios lo hubiera escuchado justo sonaron las llaves de la casa abriendo la puerta, ahí estaba: Luzu con una vestimenta elegante y una mirada prendida y contenta de mirar a su marido en casa.

¡hola, lusuuuuu!, ¿cómo te fue hoy? - dirigió su sonrisa correspondida por el contrario quien dejaba sus maletas de trabajo en el suelo al lado de la puerta.

muy bien, Quacks, tuve nuevos visitantes y van a construir un edificio cerca de aquí, ¿lo mejor? es un centro comunitario. Me hace muy feliz. - se quito su terno negro y lo colgó en los colgadores donde estaban las demás prendas de ambos- ¿y tú?

Pues bien, un poco cansado pero a la verga, ya estás tú aquí. - subió sus brazos al rededor de su cuello con un cálido beso de parte de ambos.

¿te parece si hacemos maraton de películas para que te sientas mejor? - colocó sus manos en su cadera y se balanceaban al compás.

Me parece una muy buena idea, lusu - con un último beso, y agarrados de la mano, fueron al piso de arriba donde se encontraba su habitación.

Decidieron irse a cambiar cada uno por su lado, pues Quackity desde que se conocen, prefiere poner límites en desvertirse sin que lo mire, porque según él, valora su privacidad. Y eso es algo que Luzu respeta.

Dirigiéndose al armario, Luzu le dijo a su pareja que se vistiera primero, por lo que salió de la habitación esperándolo. El contrario empezó a sacar su pijama con paciencia para luego colocarsela, logrando el cometido.

Solo que acababa de cometer el mayor error de su vida en ese instante. Algo se le había olvidado. Algo se le había agotado.

Ya estoyy - grito desde el cuarto, dándole la entrada al castaño, quien repentinamente cambió su mirada de cariño a una de disgusto. Confundiendo demasiado al contrario. - ¿tengo algo en la cara? - preguntó, sin recibir respuesta - Luzu, respondeme, no me gusta como me mir-

𝔘𝔫 𝔪𝔲𝔫𝔡𝔬 𝔦𝔫𝔧𝔲𝔰𝔱𝔬 - Rubckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora