Después de tener un arduo día con su marido, por fin llegaron a lo que le llaman "hogar". Lamentablemente para Rubén no lo era.Dejando sus cosas en una mesita al lado de la puerta principal. El lugar volvió a ser el mismo de siempre: frío e incómodo. Todo lo contrario a lo que debería de ser un "hogar" real. 5 largos años pasaron juntos, Samuel ama con todo su corazón a Rubén, pero el contrario no le puede corresponder. Y se lo lamentaba tanto.
Les mentiría si les dijera que Rubius nunca amo a Vegetta, lo quiso, y mucho. Pero se dio cuenta que no era para él, que no sentía algo especial como antes, que esa flama que sentia en su corazón palpitar con rapidez, ya no aparecía, y en vez de aquello, solo sentía lástima por hacerle daño. Una persona tan buena y pura, siendo lastimada por su capricho.
Ruben quiso mantener distancia con él, y el amor que solían compartir fue haciendose mucho más duro como una piedra. Llevándonos a querer ir por la única solución posible: divorcio.
Caminó por los blancos pasillos adornados por cuadros en los costados. Cada uno de ellos presentaba un momento hermoso que había transcurrido en su vida, lo llenaba de nostalgia y felicidad pasar por ahí, más felicidad de la que su pareja le podría ofrecer.
Una sonrisa amarga se posó en sus gruesos y a la vez delgados labios rojizos. Lo vio sentarse en el sillón prendiendo la televisión y observando una película antigua.
No podía estar más tiempo ahí, necesitaba salir, necesitaba un respiro y pensar en su vida. No podía estar tranquilo en la misma habitación junto a una persona que había roto vínculos especiales, vínculos amorosos.
Agarró un saco verde, se coloco un sombrero para tapar sus peludas orejas de osony tomó unas pastillas para sus dientes filudos; las llaves del departamento, dirigiéndose a la puerta
- voy a salir, nos vemos más tarde.- Está bien, no hay problema.
Y si antes se despedían con un tierno beso y dulces palabras como "cuidate" "llamame cuando llegues" o un "esperare por ti", eran reemplazadas por palabras simples y neutras.
Vegetta intentó arreglar las cosas, pero sólo veía como Rubius se alejaba de las soluciones que intentaba formar. Al darse cuenta de ello, se rindió.
Pero aún lo amaba.
Y le dolia tanto.[ק§×]
Paseo por la ciudad junto sus audífonos puestos, sintiéndose rejuvenecido. Dios, distraía sus pensamientos con una única cura: la música.
Mientras caminaba a paso ligero por la vereda, vio una multitud de gente juntarse en un lado. Sacándose los audífonos, le entró la curiosidad de saber qué es lo que estaba pasando.
Paso entre las personas. Tenían caras sorprendidas, asqueadas, orgullosas, tristes... Se daba una idea de lo que podría estar sucediendo, pero su curiosidad era aún más grande.
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𝔘𝔫 𝔪𝔲𝔫𝔡𝔬 𝔦𝔫𝔧𝔲𝔰𝔱𝔬 - Rubckity
Ngẫu nhiên𝔒𝔠𝔲𝔩𝔱𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔰𝔲 𝔳𝔢𝔯𝔡𝔞𝔡𝔢𝔯𝔞 𝔞𝔭𝔞𝔯𝔦𝔢𝔫𝔠𝔦𝔞 𝔶 𝔠𝔩𝔞𝔰𝔢 𝔰𝔬𝔠𝔦𝔞𝔩. ℌí𝔟𝔯𝔦𝔡𝔬𝔰 𝔬𝔠𝔲𝔩𝔱𝔬𝔰 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔰𝔬𝔠𝔦𝔢𝔡𝔞𝔡... 𝔞 𝔪𝔢𝔫𝔬𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔫𝔬 𝔰𝔲𝔭𝔦𝔢𝔯𝔞𝔫 𝔩𝔞 𝔯𝔢𝔞𝔩𝔦𝔡𝔞𝔡. 𝔏𝔞𝔰𝔱𝔦𝔪𝔬𝔰𝔞𝔪𝔢𝔫𝔱𝔢 𝔔...