setenta y seis

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A Jungwon le había dado un pase para que, si quería, pudiera quedarse todo el día en la cabaña.

Como Heeseung era uno de los cuidadores, también podía quedarse con él, usando el mismo pase.

Pasaron la noche abrazados al otro, durmieron cómodamente, hasta que la luz entraba en demasía por la cortinas de la ventana, lo que hizo a Jungwon despertarse.

Frotando sus ojitos, vio a Niki, quien disimulaba no tener el celular con la cámara apuntando en su dirección.

Rodó los ojos, seguía irritable por el dolor, aunque era muchísimo menos que ayer.

Se levantó un poco y eso fue suficiente para que Heeseung se despertara, vio a Jungwon, quien hizo unas señas y señalo a Niki.

--- Cobramos por las fotos --- habló, su voz salió ronca.

Niki rió.

--- ¿Tú, cobrar? Sí, seguro. Regalada.

--- Tú madre es la regalada --- contraatacó ---. Y tú eres adoptado.

Niki fingió comenzar a llorar exageradamente.

--- Ya, suficiente --- Niki detuvo su actuación ---. ¿vienen a desayunar?

Heeseung le dedico una mirada a Jungwon, quien se encogió de hombros.

--- Los vemos en un rato, vayan si quieren --- contestó el rubio.

Ayudando a Sunoo a bajar la rampa, se fueron, cerrando la puerta detrás de ellos.

--- No tengo hambre --- habló Heeseung, recostandose de nuevo en la cama.

Jungwon negó, dando a entender que él tampoco tenía ganas de un desayuno.

--- ¿Nos quedamos aquí todo el día? --- preguntó Heeseung, con una sonrisa ladina.

Jungwon sonrió, asintiendo con ganas.

Mute [Heewon] ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora