Reencarne En Un Mundo Omegaverse

Capítulo 143

"No puedo creer que haya dormido durante dos días seguidos, ahora entiendo por qué mi cuerpo estaba de esa manera"

decía dentro de mi mente con las manos en mi cabeza por lo sorprendida que estaba

—¿Sucede algo Ameri? —me pregunto Albert

—No, más bien le agradezco mucho haber respondido mi pregunta señor Albert TuT

"esto no puede estar peor..."

Mi estómago comenzó a gruñir y cuando lo escuché me avergoncé, por otro lado, Albert soltó una pequeña risa al ver mi reacción.

—No se preocupe, ahora mismo le diré al cocinero que le prepare algo para que pueda comer

—Muchas gracias, pero si tienen una manzana con eso sería suficiente

—¡Por supuesto que no! —exclamó

"Qué miedo QuQ"

—Tiene que alimentarse bien, la comida es el alimento más importante del día, además de llenar de energía un cuerpo que se encuentra débil...

—s-si... —respondí un poco nerviosa

"qué estricto"

De pronto la puerta se abrió fuertemente y de ella apareció el señor Beltrán, quien estaba agitado por haber venido corriendo.

—señor Beltrán...— musité al verlo

—Ameri...—me llamo por mi nombre con una expresión de preocupación para luego abrazarme suavemente

—Me alegro de que te encuentres bien...—dijo aliviado

Las personas que estaban ahí miraban la escena con alegría y un poco de tristeza

—¿Cómo te sientes? ¿Tienes náuseas? ¿Te duele algo? —me preguntaba al mirarme

—Estoy bien, gracias por preguntar, solamente tengo un poco de hambre —respondí

—Descuide señor, ahora mismo le traerán una bandeja de comida —respondió Albert ordenando a una sirvienta quien se retiró después de recibir la orden

—Le dije que con una manzana bastaría, pero dijo que no —respondí tratando de sonreír al rascar mi mejilla

—Y con mucha razón, tienes que comer algo más que solo fruta, eso no siempre llena

—Pero si apacigua un momento el hambre —dije al sonreír

Cuando escucho mi respuesta el señor Beltrán se quedó mirándome sorprendido

—Emilia podías haber pedido algo más de comer que no sea una fruta—decía Beltrán al encontrar a Emilia mascando una manzana

—Está bien, una fruta es suficiente mientras espero a que el almuerzo esté terminado, además la fruta apaciguara mi hambre por un momento —sonrió

—no tienes remedio...

"Sin duda alguna eres igual a ella"

dijo en su mente al sonreír con nostalgia, al acariciar suavemente la cabeza de Ameri

—Disculpe, señor Beltrán...

—Abuelo...

—¿Qué?

—Yo soy tu abuelo Ameri...—dijo con una leve sonrisa

—¿Mi abuelo? ¿Qué?, espere, espere un momento —Dije tratando de procesar esas palabras

—Eliam... Quiero decir mi madre, nunca me hablo de usted