Reencarne En Un Mundo Omegaverse

Capítulo 30

Cada día era igual...mi madre trabaja en exceso para que el dinero no nos faltara en casa, mientras que yo...yo era acosado siempre en la escuela, simplemente por el hecho de que no tenía aun padre a mi lado o por mi apariencia casi femenina por así decirlo.

—mírenlo no tiene papa

—oye es muy lindo ¿no serás Omega?

—si quieres te puedo convertir en mi esposa

Podía tolerar muchas cosas, pero había cosas que ya se pasaban de la raya haciendo que mi interior explotara y comenzara a liberar la ira dentro de mí.

"¡hasta aquí!"

Exclamé con enojo en mi interior y fue así como empezó una pelea de niños.

—lo siento mucho...

Se disculpaba mi madre frente a la otra madre del niño que siempre me molestaba.

—¡qué clase de niño a criado usted! Mire como ha dejado a mi pobre hijo

"pobre, que agradezca que no lo haya dejado peor, pensándolo bien debí haberlo arrancado los dientes para que así no volviera abrir esa asquerosa boca que tiene"

—de verdad lo lamento mucho, yo asumiré los gastos médicos

Seguía diciendo mi madre inclinándose.

—es lo mínimo que puede hacer...después de tener a un hijo tan problemático.

Podía notar claramente la mirada de satisfacción de aquella mujer haciéndose sentir superior frente a mi madre quien estaba inclinada disculpándose.

"¿por qué? ¿Por qué siempre las personas son malvadas? ¿Por qué les gusta sentirse superior a los demás? No lo entiendo..."

Después de una larga caminata de regreso a casa, mi madre y yo nos fuimos a nuestro pequeño apartamento, supuse que me regañaría por lo sucedido, pero antes de que hiciera eso, preferí primero pedirle disculpas por los problemas ocasionados, siempre es mi culpa por no saber controlar mi ira y hacer que mi madre siempre se tenga que disculpar haciendo pagarle mis platos rotos.

—mama...yo, lo siento mucho... si no fuera por mí, tú no tendrías estos problemas y yo...

Pero mi madre en vez de estar molesta me miro con dulzura y coloco su cálida mano sobre mi mejilla para responderme.

—no cariño...no pienses así, no importa lo que digan las demás ...para mí, tú eres el mejor hijo del mundo.

—mama...

Mi mama siempre me reconforta de esta manera tan cálida, ella era la única persona en la que siempre podía confiar, pero un día algo paso...algo que hizo que me asustara.

—buenos días mama que desayunaremos...

No termine la frase que iba a decir ya que al llegar a la cocina... vi a mi madre de rodillas en el suelo, con solo verla así me asuste y me acerque a ella lo más rápido posible.

—¡mama! ¡mama!

La llamaba con preocupación y el corazón en la garganta.

—tranquilo cariño...estoy bien

Me respondió tratando de levantarse.

—pero mama...

—solo fue un pequeño mareo

Me sentía impotente, no podía hacer nada por mí madre apenas era un niño, quería poder ayudarla, pero no podía evitar tener una expresión de preocupación, mi madre al darse cuenta de ello dijo.