El comienzo del juego

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* Basado en hechos reales.

—Te prometo que lo escuché

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—Te prometo que lo escuché.— Rechistó Jisung, aferrándose fuertemente a un peluche de lagarto que le había estado acompañando durante años.

—Pero te vuelvo a decir que en mi registro de llamadas no aparece nada.—Objetó Chris, mientras sostenía el teléfono sobre el hombro y lo apretaba contra su oreja.

—Eso es algo que no puedo explicar.—

—¿El qué?—

—Que en el mío tampoco.—

—Pues ya está, habrá sido un sueño Jisung. Una simple pesadilla. Como estás comenzando otra etapa de tu vida...— Chris siguió hablando pero Jisung desconectó unos segundos.

No, estaba seguro de que lo había vivido, sí.

No se sentía nada como un sueño. Además, es fácil distinguir un sueño de la realidad, ¿verdad?

Pero, pensándolo mejor y volviendo recordar lo sucedido...

Cuando Jisung corrió hacia el portátil para preguntar a Chris cómo se encontraba, Jisung se levantó de la cama.

¿Había estado en la cama todo el tiempo durante la llamada?

Quizás sí se había dormido...

El chico apoyó la frente sobre sus manos y suspiró.

En realidad recordaba poco. Todo estaba tan confuso...

Pero se alertó al escuchar un ruido proveniente del salón.

Algo cayéndose.

—Oh Dios, ¿has escuchado eso, Chris? Es esa cosa. Viene a por mí, estoy seguro.— Jisung balbuceó en el momento que sus manos comenzaron a sudar y de nuevo el nudo en su garganta impedía el paso de aire.— Dios Chris, no te atrevas a colgar. ¿Lo has escuchado? Dime que sí.—

—Sí, lo he escuchado.— Jisung suspiró fuerte.— Oye, no te alteres. Ve y mira qué se ha caído, puede que se haya roto.—

—¡¿Y dejar que esa cosa me coma?!— Chris se estampó la mano contra su frente.— Ni de coña, no voy a salir.

—Jisung, por favor. Suenas como un crío. Es obvio que no hay nadie más que tú. A esto me refería cuando decía que tenías que estar preparado para independizarte, pero ahora no hay vuelta atrás y— Jisung le cortó.

— Que sí, papá. Aguántate el discursito sobre madurar para más tarde, ahora voy a matar esa cosa.— Se levantó y agarró un palo de escoba.

—No puedo creer que tú—

—Cállate.— Le interrumpió de nuevo.

Jisung extendió el brazo izquierdo despacio mientras que el derecho soportaba el peso de la escoba.

El Juego del Silencio || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora