*Se recomienda colocar la lectura en modo oscuro, con el fondo negro, para así disfrutar mejor de los efectos de este capítulo.
*Contenido fuerte, se recomienda discreción.
Jisung era el hermano ignorado, el de ropa y trastos usados de segunda mano, el mal ejemplo a seguir y opinión indiferente.
Jisung era el hermano mediano, y a veces su familia olvidaba que tenía uno.
El hecho de que tratase de contactar al menor de la casa y este ignorase cualquier mensaje que enviaba solo le convencía aún más de eso.
"Seguro que le compraron la play" Pensó instintivamente, buscando darle explicación a los mensajes que evadía, reafirmando el hecho de que el favoritismo en su familia estaba más que presente.
Todo se complicó cuando el diablo de aspecto elegante y semblante hostil le prohibió solemnemente escapar del edificio, o al menos hablar con alguien que conociera.
—¿Por qué no puedo hablar ni siquiera con mis padres?
—Todo a su tiempo.— Fue lo único que Minho respondía.
Jisung golpeó por instinto la mesa del comedor mientras llevaba un poco de arroz a su boca, recordando la conversación de horas antes con el demonio de chaqué.
—"Tidi a si timpi"— Habló imitándolo, burlándose de él.— A ver si a ti también te dejan sin hablar con tu círculo de amigos, pedazo de-
—No tengo amigos.— Respondió Minho, sentado en el sofá del fondo.
—¿Al menos puedo mandar mensajes?
—Depende de a quién.
—Mis amigos online.
—Bien, supongo que ellos no intervendrán mucho.— El diablo se levantó y pasó por su lado, observándole con la misma mirada que le había estado dando tanto tiempo, esa que parecía que le robaría el alma de un suspiro. Qué irónico, pues Jisung ya no tenía la suya. — Pero sabes el trato. Nada de mí.
—Sí, nada sobre ti.— Asintió, completamente horrorizado por la penetrante presencia de Minho.
—Si vuelves a ver a Hannah o algo de eso...—Jisung levantó la mirada de inmediato al oír su nombre.—Avísame.— Y desapareció al pasar por la puerta.
—¿Y cómo te aviso?
Aunque él ya se había ido.
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El Juego del Silencio || Minsung
FanfictionLos pasos volvieron a escucharse. Aquellas aparentes botas de cuero barato, de plástico, completamente empapadas de a saber qué líquido y todo el ambiente sombrío que parecía palparse a su alrededor con solo dos caladas de aire. Jisung sabía que él...