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Otra vez estaba ahí.

Tan pronto se sentó, noto el pequeño bulto dentro de su carpeta, era del tamaño de una manzana mediana y estaba forrado con papel periódico justo como los demás.


—. ¡¿Otro más?! .- exclamó el chico de cabellos claros y amigo del Minamoto.

—. Ya quisiera yo que una chica linda me deje regalos en mi asiento .- terminó de decir Yokoo mientras se acomodaba en su respectivo lugar al lado del rubio.

—. Kou es suertudo, deberíamos averiguar quién es tu misterioso alguien, verdad amigo? .- pregunto el chico de cabellos cortos y oscuros también amigo de Kou.


El ya mencionado no respondía, aun estaba analizando discretamente el objeto entre sus manos.

Tenía un olor característico a Camelias recién cortadas apesar de su envoltorio.

Al desenvolver con cuidado su contenido no pudo sorpenderlo más, era un pequeño tronco de árbol sin más. Las veces anteriores habían cosas... similares.

Como una piedra de río con considerable tamaño azulada, una corbata escolar arrugada, un refresco de piña, una cuchara pequeña y un ticket del metro.

Claro, sin contar que cada uno de ellos venía siempre con una nota pegada.

La de hoy fue « anoche las estrellas brillaron, pero no más que tú.☺︎ » seguido de un dibujo mal delineado de una estrella al lado de la rama de un árbol.
Acompañado de un "atte." pero sin nombre después.

¿Qué sentido tenía ponerle un remitente si no iba a escribir nada después?

En fin, eso no tiene relevancia ahora, iria a teorizar el significado en el receso junto a su mejor amiga y confidente de otro grado, Yashiro.

Ella siempre tiene algo nuevo que decir al respecto de sus "presentes misteriosos".

Parecía emocionada cada vez que lo veía llegar con el ya conocido envoltorio, como si estuviese viendo el último capítulo de su drama juvenil del momento.

Pero de momento, guardara su nueva adquisición dentro de su mochila, las clases apenas empiezan, es un largo camino hasta el descanso

El joven ojiazul suspira pesadamente, es un buen estudiante después de todo, unas clases de conocimientos científicos intensiva en la mañana no son nada contra el mejor exorcista de los Minamoto. Verdad?


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Apesar de que se encontraba mordiendo sus uñas y con un imparable tic en su pierna. No cabía dentro de si por su felicidad.

Acababa de entregar otro regalo más al chico que tanto le gustaba. Bueno gustar es poco, estaba perdidamente enamorado.

Desde el fondo de la clase pudo observar como otra vez, fue recibido con curiosidad aquello por lo que se esmeraba tanto todas las tardes.

Realmente no le importaba que estén en pleno examen sorpresa de el curso que más se le complicaba, sus nervios por el fracaso escolar lo eran nada a comparación a lo que tenía en mente en relación al joven Minamoto.

Estaba perdido en sus pensamientos cada vez más difusos jugando con su llavero dentro de su bolsillo.


—. Yugi, esta prestando atención? .- llamó la atención el docente de cabellos morados y blancos.

—. A-ha, claro que si, disculpe Tsuchigomori-sensei...


Escucho unas risas en voz baja mientras bajaba la cabeza de las nubes de nuevo a su hoja de examen.

El azabache no estudio absolutamente nada de las clases anteriores. Quiere creer que su felicidad sea suficiente como para hacerlo aprobar.

𝙂𝙞𝙛𝙩𝙨 𝙣' 𝙨𝙩𝙖𝙧𝙨 ,, ᴴᵃⁿᵃᴷᵒᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora