𝙂𝙞𝙛𝙩𝙨 𝙣' 𝙨𝙩𝙖𝙧𝙨 ,, ᴴᵃⁿᵃᴷᵒᵘ

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—. Qué .–

—. ¡Créeme Kou! Yo la ví dejando el regalo en tu carpeta .–

el rubio mientras soltó sus cuadernos en el suelo del pasillo, simplemente no lo podía creer.

—. TE LO JURÓ POR TODA MI FAMILIA INCLUYENDO A MI GATO .– exclamó desesperado mientras lo tomaba de los hombros y miraba directamente al joven Minamoto.

Yōko estaba hablando enserio, había involucrado a su gato en esto. No podía mentir.

Sin embargo Kou estaba sin palabras, completamente perdido en las palabras que le dijo uno de sus mejores amigos sorpresivamente.

« Yashiro-san es tu admiradora secreta »

Simplemente No. Era imposible, de las pocas veces que habían interactuado eran porque el mismo había  ido a decirle algo a su hermano mayor, y ella estaba ahi presente intentando —inutilmente— mantener una conversación con él, quién claramente le gustaba.

Y nadie la juzgará por eso, creo que al menos de la mitad de la academia Kamome estaba tras el presidente del consejo estudiantil, Minamoto Teru.

Por eso y mil razones más, era estúpido pensar que Yashiro Nene estaba mínimamente interesada en él y que además le hacía regalos sin sentido diariamente.

—. No mientas de esa forma en nombre de tu gato, te arrepentirás si le llega a pasar algo .– tomó los brazos del contrario mirándolo incrédulo.

¿Entonces porque Yōko juraría por el alma de su única mascota, decir la verdad? Vino corriendo desde el aula para decirle mentiras? No no no, el chico de cabello crema no era así, se conocen desde hace años.

Su otro mejor amigo pelinegro estaba en el baño y sin nadie a quien acudir estaba en contra de la espada y la pared, bueno, Yōko gritandole y la pared. Necesitaba ayuda urgente, Satō regresa pronto por Dios.

Y entonces se escucho un « Click » de una cámara instantánea bastante cerca de ambos.

—. ¡Debería guardar esta foto y mandarla al periódico escolar! ¿O tal vez debería anunciarlo por los parlantes? Un caso de violencia entre los estudiantes~ .– una voz melódica y sarcástica se escuchó atras de ambos chicos.

Kou cerró los ojos agradeciendo internamente a una fuerza mayor.

—. ¿Acabas de tomarnos fotos sin nuestra consentimiento? .– Mencionó el chico de ojos pardos volteando y soltando finalmente el agarre de los hombros del rubio. Amén.

—. Es lo que hace el club de radio, te guste o no! .– agitó suavemente la impresión instantánea de la imágen.

—. ¿No estabas en el club de fotografía? .– cuestiono Yōko mirándolo sin creerle.

—. Eh... Lo deje por unos amigos nuevos que hize este año .– su rostro se deformo en una sonrisa incómoda.

El rubio no podía creerlo, rezar si funciona, incluso olvido que lo estaba presionando a creer en su relato.

—. No sabes cuánto extrañe tu estúpida y afeminada cara Mitsuba .– soltó Kou sin ningún problema, estaba aliviado ahora.