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El sol con timidez iluminaba el cielo

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El sol con timidez iluminaba el cielo.

La pelirroja esperaba a que alguien del consejo estudiantil se acercará a comentarle los horarios y donde quedaba su nueva clase.

—¿Kumiko, verdad? — una pelimorada de aura serena se dirigió a ella. 

—Así es.

—Soy Konan, presidente del consejo, te indico tu aula.

—Muchas gracias. — realizó una pequeña reverencia mientras la seguía.

—Aquí es. — golpeó la puerta.

—Pasen. — se escuchó una voz femenina.

—Buenos días Yuhi-sensei, ella es nuestra compañera nueva, Kumiko Suiyobi.

—Es un gusto, soy Kurenai Yuhi profesora de botánica, por favor toma asiento.

Una rubia de ojos claros levantó la mano, llamando a la nueva.

—Ino Yamanaka. — extendió su mano —¿Quieres sentarte conmigo?

—Claro. — asintió levemente mientras se sentaba.

El sonido de la campana que indicaba el receso la salvo de la aburrida clase. Con rapidez dejó el salón para no tener que hablar con nadie, su compañera de banco ya había hecho demasiadas preguntas durante la clase.

Los pasillos todavía se encontraban vacíos excepto por unos chicos apoyados en la pared frente al baño. Hubiera seguido caminando con normalidad si no fuera por el silbido de uno de estos.

Se frenó dando vuelta sobre sus talones y no con muy buena cara.

—Es de mala educación no saludar. — hablo el albino.

—¿Hidan? — se acercó.

—Él mismo, ¿Todavía eres miope? — río.

—Ahora uso lentes de contacto. — cruzó sus brazos —¿Todavía te rechaza tu dios?

—Lo siento, linda, no te enojes.

No tenía ganas de pelear, sabía como era. Así que en silencio comenzó a caminar nuevamente pero antes de que pudiera alejarse la tomaron del brazo.

—¿Quieres que te lleve a tu casa luego? Hace mucho no veo a tu padre.

—Claro. — soltó el agarre —Solo, intenta no estar tan cerca mío, no quiero rumores absurdos. — observó al rededor, ya no estaban solos en aquel pasillo.

Entro al baño de damas intentando ser discreta, pero parece que la escena de recién no había ayudado. Los murmullos se empezaban a escuchar.

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