ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 5

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CUIDADO SALE COSAS INAPROPIADAS, SANGRE.

Ya eran las siete y media y Take vestía un mono negro con todas sus herramientas, unas botas negras y unas gafas negras

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Ya eran las siete y media y Take vestía un mono negro con todas sus herramientas, unas botas negras y unas gafas negras. Hacía unos minutos que había seguido al objetivo, lo único es que siempre era interrumpido en el ataque por Kakucho, el cuál lo llamaba al móvil cada cinco minutos. Llegó hasta el sexto intento, se volvió a poner la capucha y el antifaz para poder movilizarse. Estaban los dos en un edificio y el objetivo no se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor. Take se subió a una viga de hierro y caminó silenciosamente preparando sus agujas.

 Take se subió a una viga de hierro y caminó silenciosamente preparando sus agujas

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A los segundos había acabado encima del objetivo

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A los segundos había acabado encima del objetivo. El chico tenía sangre en la nariz por el impacto del chico encima suya. Se intentó girar pero Take le pisó la cabeza, mantuvo una de sus agujas a la altura del pecho del chico debajo suya y dejó que cayera manchando sus botas de sangre. Esto no había acabado ya que antes de ser entregado se divertiría un poco, todavía quedaban veinte minutos.

 Con un movimiento brusco cogió el brazo de su victima y lo torció hasta casi arrancarlo sacando un grito del pobre chico el cuál todavía no estaba muerto del todo, hizo lo mismo con el otro brazo y acabó dislocando sus piernas. Luego lo metió en una bolsa de tela que encontró por allí y le ató una cuerda para que el olor a muerto se quedara solo en la bolsa, lo cargó y lo llevó a un callejón al lado de la cafetería donde había quedado más tarde con los Haitanis para entregar el pedido del menor. Aunque antes pasó por su casa para cambiarse, no iría a una reunión con ropa  manchada de sangre.

El renacer de BotenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora