ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 13

52 1 0
                                        

Hola gatitos~ ¿Qué tal por allí?, se que no leéis muchos, pero quería acabar esta historia para poder empezar una nueva o seguir otra que tengo, pero me enrollaré más al final 😘​😘​😘​

------------------------------------------------------------------------------------------------

???: _ ¡¡¿¿Mitchi??!! _ sonó el gritó por el móvil y tuve que apartarlo de mi oreja para no quedare sorda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

???: _ ¡¡¿¿Mitchi??!! _ sonó el gritó por el móvil y tuve que apartarlo de mi oreja para no quedare sorda.

Me giré y todos los demás me miraban, yo solo les di una sonrisa nerviosa para volver mi atención al teléfono.

Mitchi: _ Sí, soy yo _ respondí.

???: _ Hace mucho que no me llamabas, cuisine _ me contestaron en el otro lado _ ¿Estás bien?, ¿Ha pasado algo?, ¿Ya llamaste a tu madre?.

Mitchi: *Cuantas preguntas* me reí internamente *¿De dónde saca esa energía?* _ Estoy bien, Mari mari~ _ la frené en su espiral _ solo tuve muchas cosas que hacer.

El suspiro en el otro lado me pareció más un resoplo, pero preferí ignorarlo, seguro que se había preocupado, pero no hacía falta tanto.

???: _ Estoy segura que no me llamaste por nada entonces  _ se notó la diversión en su tono de voz _ ¿Qué tienes n mente?

Mitchi: _ Ya conoces las pandillas, ¿no? _ un sonido de afirmación de a otra me confirmó lo que ya sabía _ sabes que estaba en una.

???: _ No creo que pueda unirme _ me cortó _ será difícil si yo estoy aquí, en Francia.

Mitchi: _ La pandilla se disolvió _ comenté cortante.

El silencio se apoderó de ambas. Mi prima, Marinette Dupang-Chen, una chica parisina que se mostró muy amable conmigo, que me apoyó en los momentos más complicados de mi vida aunque estuviéramos separadas por kilómetros de distancia, no teníamos casi secretos entre nosotras, por lo que le había contado en su momento mis tiempos con la ToMan y mis amistades, ella conocía muy bien lo mucho que los amaba, por lo que ese silencio se volvió reconfortante.

Mari: _ Lo siento mucho _ sonó después de un rato _ no lo sabía.

Mitchi: _ No es tu culpa _ le comenté.

Mari: _ ¿Qué querías que hiciera por ti? _ cambió de tema.

Mitchi: _ Tengo una pandilla nueva _ comenté y se oyó un sonido de sorpresa en el otro lado del teléfono _ si quieres luego te cuento más de ella, pero es nueva, la creé yo, y por eso necesitamos uniformes.

Mari: _ Y quieres que te ayude con eso _ terminó ella.

Mitchi: _ Exacto _ suspiré _ no te preocupes por los gastos _ continué _ yo lo pagaré todo, incluso tenemos ya los diseños.

Mari: _ Déjalo en mis manos, cuisine _ se oía emocionada por empezar _ yo me encargaré de todo, creo que podré tardar como mucho dos semanas.

Mitchi: _ Gracias _ dije aliviada _ no sabes de lo que me salvas.

El renacer de BotenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora