Este no es el takemichi que conocemos.
Tal vez no escriba muy a menudo los capitulos porque tengo clases y lo hago en el ordenador.
ALLXTAKE
si no te gusta, lo siento.
inspirado en dios de boten
personajes mios
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tenía a Inupi delante de mí. Su mirada me empezaba a poner los pelos de punta, se notaba cuanto amor tenía por el rubio detrás mío. Hacía tiempo que no le veía, pero no esperaba que el reencuentro fuera así, aunque no podía quejarme, después de todo he estado ocultando a su "querido líder" durante un buen tiempo.
Inupi: - Apártate de una vez - dijo con rabia, se notaba el veneno en su voz - no te lo voy a repetir.
Koko: - Una pena que esté tan cómodo así - contesté sacando la lengua como siempre hacía, era la única forma de que no notara mi nerviosismo - creo que seguiré así.
Inupi entrecerró los ojos con indignación, seguro que en su cabeza estaba buscando la mejor forma de matarme sin que nadie se diera cuenta de que desaparecería. Lo miré fijamente mientras pensaba en formas de escapar de esta situación con mi acompañante, miré hacia atrás y el rubio seguía a mis espaldas.
Inupi: - ¿Qué quieres con él, Koko? - preguntó mordazmente - no tienes nada que ver con él.
No me gustó mucho la frialdad con la que me trataba, pero era lo que me merecía por dejarlo de lado y separarme de él en un principio, pero menos me gustó que siguiera esperando que le diera como si nada al más pequeño, aunque no tuviera nada que ver con él, me hubiera metido en medio de os dos para protegerlo, un Inupi así era muy peligroso, y el Takemichi no tenía la culpa de lo que sea que hubiera pasado.
Mi silencio no pareció gustarle, ya que gruñó como un perro enrabietado sólo para intentar acercarse desde otro punto, claro que no dejé huecos en mi defensa.
Koko: - Digamos que ahora mismo si tengo alguna conexión con él - dije.
Su expresión se volvió más fría, parecía estar contemplando nuevas opciones que no le gustaban, me esperaba cualquier reproche y cualquier insulto o duda, pero no creí posible el puñetazo que a penas pude esquivar. Inupi parecía cabreado de verdad, y simplemente intentó golpearme para quitarme del camino. Miré al jefe para buscar alguna aprobación, pero él estaba mirando a Inupi, tomé eso como un "haz lo que tú quieras" y le di un golpe certero en la cara. Inupi se tambaleó hacia atrás un momento para recobrar los sentidos, ahora el jefe sí que me miraba, un poco desconcertado por mi acción anterior, le mandé unas disculpas silenciosas con la mirada para después concentrarme en la pelea que estaba llevando a cabo con Inupi. Él, ya recuperado, corrió hacia mí para golpearme. Nos tiramos al suelo, nos dábamos patadas, nos tirábamos del pelo, todo lo posible para ganar, el rubio sólo miraba la escena aún en shock, no parecía esperarse eso.
En ese momento de distracción, Inupi logró levantarse, y me iba a golpear cuando cayó con un ruido sordo de vuelta al suelo, todos miramos al responsable. El Haitani mayor estaba delante mía, aún con el bastón que siempre usa en mano, un poco de sangre y algún golpe en su rostro. Solo nos miramos y aproveché para levantarme, su hermano menor estaba detrás suya, un poco más lejos, también con alguna herida, pero ambos parecían ilesos, por otro callejón llegó Kakucho, algo más magullado que los demás, pero se veía bien.