Omegacember﹙NONIZEN﹚

Día 6: Ofrenda

Habían transcurrido varios días, la casa de la pareja ya estaba hecha y las habitaciones se dividían en las dos plantas que optaron por situar para tener el espacio suficiente para sus propios enriquecimientos.

La primera planta contaba con una sala de estar, comedor, cocina y un baño. En el segundo piso había dormitorios separados para cada uno incluyendo un baño personal, pero existía una habitación más amplia que utilizarían una vez que los dos decidieran dormir juntos. Tenían también una sala en la cual guardaban sus objetos de construcción, así como creación.

Todo parecía ir tomando forma a excepción de una cosa.

— ¡Pero señor usted dijo que podría tener mi propio refugio!

—Ya lo sé, Noni, me lo has repetido estas dos últimas semanas. Y si es que ya lo olvidaste primero tenemos que ambientar un sitio para tus animales no creo que tú quieras tenerlos incómodos.

—Sí, lo recuerdo.

—Y necesitamos material para eso y nos llevará un poco de tiempo, mereces un descanso después de trabajar tan duro.

—Entiendo, aunque usted sabe lo ansioso que soy con estas cosas.

—Lo sé, querido, pero hay un par de imprevistos que nos detienen.

— ¿Cuáles?

Tanizen y Noni compartieron una tarde relajados sobre el sofá, que era justamente donde se encontraban. El hibrido permanecía sobre el cuerpo de su alfa recostado, recibiendo caricias en los cabellos que lo tenían casi adormilado.

—En dos días volvemos a Tortillaland, Noni.

— ¡¿Cómo dice?! —Gritó el castaño levantando la mitad de su cuerpo al apoyarse en el pecho ajeno, pero fue devuelto a su lugar por el mismo Tanizen.

—No grites. Me ha avisado Auron que pensaban realizar algo así como una ceremonia en honor a Juan y Drako, Zorman le está ayudando con eso.

—Es cierto casi lo había olvidado por completo.

El ambiente se había tornado un poco tenso o más bien melancólico.

—Estaba tan acostumbrado a la presencia del señor hechicero y Drako que había olvidado que ellos ya no se encuentran con nosotros.

—Yo también los echo de menos, Noni.

— ¿Quiere que vayamos a ayudarles?

—Algo así, pero no sabemos si llegaremos a tiempo para ofrecernos, así que le dije que nos tuviera en cuenta para la ceremonia.

— ¿Y cuándo partimos, señor?

—Dentro de dos días, tenemos que guardar un par de cosas para el camino. Nos espera un largo viaje de ida.

—Será extraño volver, aunque me gustaría recuperar a Calva. Sé que Kajal estará cuidando de ella, pero es lo único que me queda como recuerdo de mi hogar.

—Iremos por ella, Noni. Podríamos estar unos días allá y luego regresar, a menos que desees quedarte allá.

—No, quiero volver aquí, señor. Estar con usted a solas.

Los dos sabían lo que eso significaba, pero no quisieron decir algo más y solamente permanecieron en silencio mientras sonreían, Noni dormitaba entre los brazos de Tanizen. El rubio ya había avisado de la relación que ahora tenía con quien era su mejor amigo, esto con la intención de protegerse mutuamente y evitar malos entendidos que pudiese lastimarlos.

El día que siguió trataron de reunir y ordenar las cosas que llevarían para su viaje, Noni se dio cuenta de que Tanizen parecía bastante ansioso con lo que harían, tal vez eran los nervios por regresar al pueblo y encontrarse con sus viejos amigos.