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⩇1 ꩜ ᦸ ⻝ 𝑄. KUN ༢
Cuando entraste por la puerta, con los hombros caídos y arrastrando tu bolso detrás de ti, kun se dio cuenta instantáneamente de que algo andaba mal. Él sabía que tu trabajo era difícil y que a menudo te dejaba con las extremidades adoloridas y el cuerpo cansado, pero siempre fuiste tan fuerte que kun realmente no sabía el alcance de tu agotamiento.
La forma en que caminaste por el pasillo, las piernas cojeando ligeramente de una manera que solo él notó, hizo que su corazón se encogiera de preocupación. Rápidamente te busco en el pasillo, sus manos alcanzaron tu bolso y te animaron a dejarlo en el suelo antes de estirar la mano para trazar tu mandíbula con el ceño fruncido.
—Cariño, ¿qué pasó?
Cuando no hubo respuesta, inmediatamente supo qué hacer para ayudar a calmarte. Su mano encontró la parte posterior de tu cuello y lentamente te empujó hacia adelante para que tu cabeza descansara cómodamente contra su pecho, su mano subiendo por la parte posterior de tu cabeza mientras tus brazos se extendían para aferrarse a él.
Pasaron unos momentos de silencio antes de que escuchara el comienzo de tus pequeños sollozos. El sonido de tu llanto hizo que le doliera el corazón, pero sabía que necesitabas dejarlo salir, así que te abrazó más cerca y meció tu cuerpo de lado a lado muy levemente, con la esperanza de ayudarte a relajarte y hacerte saber que él estaba allí para ti. Se compartieron muy pocas palabras, los sonidos de tus sollozos llenaron el apartamento silencioso, pero kun permaneció estacionado en el pasillo, sosteniéndote mientras te desplomabas contra él, exhausta.
—Sabes qué, voy a llamar a tu gerente y decirle que necesitas unos días libres -susurró contra tu oído cuando tu llanto finalmente se calmó, presionando un beso en tu sien.- Pero antes de eso, voy a prepararte un baño y prepararte la cena, ¿sí?
cuando asentiste contra su pecho y te inclinaste hacia atrás para mirarlo con cansancio, no pudo resistirse a besarte la frente con una sonrisa reconfortante.
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