Si caes, te levantaré...

Seis- Ansiaba esta noche

Andrew y Diana se encontraban en la cafetería donde Akko los citó, una mesa para cuatro fue lo indicado en esta ocasión. Mirando que el reloj de pared en el establecimiento marcaba las seis y sabiendo que habían quedado a las cinco con treinta minutos ambos llegaron a la conclusión de que el presunto novio de la castaña tampoco tenía como fuerte la puntualidad.

Mientras tanto, Diana trataba de no perder la cordura con el repetitivo sonido que los dedos de Andrew causaban al chocar con la mesa, dignándose por preguntar después de mucho tiempo.

--¿Sucede algo? 

--Bueno --Contesta él demostrando que había estado esperando a que Diana preguntara --¿Crees en eso de los malos presentimientos?

--¿Por qué? --Ahora estaba más confundida que antes.

--Bueno, justo ahora tengo un mal presentimiento sobre esta cena y todo eso --Rasco su nuca con nerviosismo.

--Calma, todo saldrá bien, solo lo conoceremos, hablaremos un rato y nos iremos --Afirmo Diana, estando segura de a qué venía.

Nuevamente se quedaron en silencio, al castaño le pareció extraño que se mostrara tan tranquila después de como se encontraba días antes, era probable que ya lo hubiera digerido mejor, pero no estaba de más preguntar.

--¿Cómo estás tu? --Inicia él --¿Te sientes mejor?

Ella lo mira con sorpresa, pues la pregunta la tomo desprevenida.

--Bueno --Ella desvió la mirada a otra parte --Supongo que aun duele, pero si Akko es feliz, ¿por qué debería intervenir en su vida entonces?

Andrew miro con preocupación a la menor, estaba a punto de decir algo cuando la campana de la puerta resonó junto con una alegre voz que conocían a la perfección.

--¡Hola, chicos! --Saluda Akko --Lamento la tardanza.

Tanto Diana como Andrew correspondieron el saludo, la primera levantándose para abrazar a Akko y así darle la bienvenida, enseguida la puerta del local se abrió otra vez, siendo esta vez una voz masculina quien saludó.

--Akko, ya estoy aquí --Y sin esperar a que contestara también abrazo a la castaña, dándole la espalda a la rubia y ganándose el odio de Andrew por eso mismo.

Pero cuando se volteo, todos exceptuando a Akko se sorprendieron al ver un rostro familiar.

--Diana, Andrew, él es...

--Bastian --Soltó Diana sin pensarlo. 

--Diana Cavendish --Dice confundido el chico, si bien Akko no le dijo quienes vendrían, no esperaba encontrarse con la rubia aquí.

--Oh, ¿se conocen? --Pregunta Akko confundida.

--Sí --Afirma Andrew con amargura --Un amigo de la infancia.

Con el ambiente algo tenso, los tres se sentaron, quedando Akko frente a Andrew y Diana frente a Bastian. Con tranquilidad cada uno ordeno un aperitivo y comenzaron a hablar de cosas triviales, cómo se habían conocido ambos, las citas que habían tenido entre otras cosas, todo transcurrió con normalidad hasta que Bastian llamo la atención de Diana.

--Iré a tomar aire fresco, ¿vienes?

Con un poco de duda ella aceptó.

--Claro, sería bueno charlar a solas y conocernos más.

Ambos se levantaron, dejando atrás a Andrew y Akko, quienes los siguieron con la mirada hasta que salieron del local.

Akko suspiró tranquila.