Capitulo 2

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Al ver frente a el dicho reporte donde uno de los eruditos que tenía que vigilar era Tighnari sintió una enorme decepción y presión en el pecho, cómo cuando se daría una oportunidad de intentar hacer algo de su vida personal, el destino le dijera, No! No puedes hacer nada, tu vida está amarrada a ser el general Mahamatra hasta que mueras.

Cyno no pudo evitar pensar las palabras que le había dicho ayer Al-haitham, al parecer después de todo y por primera vez el peligris se equivocaba, las cosas no pintaban para ser mejor, Cyno le daba muchas vueltas al asunto respecto a el reporte donde se culpaba Tighnari pero después de todo el es el general Mahamatra y no puede echarse en marcha atrás por absolutamente nada ni nadie. El peliblanco respiro hondo intentando calmarse un poco y decidió que de entre toda la pila de papeles y archivos que tenía en su escritorio, el primero que resolvería sería el de Tighnari.

............

Durante varios días dentro de la academia se le había visto al Gran juez merodeando el lugar, después de unos días el general anuncio a la matra que se iría de nuevo al desierto a resolver un caso, lo cual era más que nada una mentira, el creía que si Tighnari era el culpable, aprovecharía que el no estaba cerca para corromper por dentro la academia liderando las facciones rebeldes. Así que después de decir eso fingió irse para inmediatamente regresar a escondidas y vigilar más de cerca a Tighnari.

Pasaron las semanas Cyno se había dado cuenta de dos cosas.

La primera era que Tighnari era un buen chico siempre ayudaba a sus compañeros con los proyectos que tenían, los regañaba cuando al momento de explicarle alguna cosa relacionada con la botánica o biología cuando no lo entendían, eso sí era muy directo con todo lo que decía al grado de a veces ser un poco insensible, pero todas las cosas buenas y dulces que hizo durante todo ese tiempo que el gran juez lo estuvo vigilando, lo hizo darse cuenta de la segunda cosa, la cual era que el estaba perdidamente enamorado de Tighnari, el sentía que quería estar el resto de su vida amando y protegiendo a ese lindo chico con razgos de zorro, se arrepentía mucho de haber dudado de el y de haber pensado que realmente era culpable, cuando de lo único que era culpable era de haber robado su corazón y de ser más dulce que nada.

A modo de disculpa Cyno le dejo a Tighnari en su dormitorio unos dátiles caramelizados junto a una nota, la nota decía lo siguiente:

Tighnari, muchas gracias por ayudarme a curar mis heridas del otro día, tengo que decirte algo importante, si no te molesta te parece si nos vemos en el gran bazar hoy en la noche? Si es que decides ir ahí estaré esperandote.

Cyno estaba algo nervioso debido a que jamás se ha disculpado con nadie y aparte ver a Tighnari nuevamente y hablarle frente a frente lo ponía muy nervioso, pero lo que más le daba miedo era que el chico decidiera no ir.
Llegó la hora acordada y Tighnari fue llegando al Gran bazar, Cyno en el momento que lo vio su respiración se cortó momentáneamente y se sonrojó, aunque lo estuvo vigilando literalmente semanas, verlo dirigirse hacia el, caminando tan tranquilo y sonriéndole lo ponía muy nervioso, Tighnari se paró frente a Cyno para hablar primero.

-A mi no me puedes engañar Cyno, se que me estuviste vigilando todas estas semanas, que tienes que decir al respecto?- dijo con una mirada muy fría.

-Como es que lo sabes?- preguntó Cyno muy desconcertado.

-Pues no se si habías notado que tengo unas enormes orejas, bueno pues mi raza puede escuchar hasta el más mínimo ruido a kilómetros de dónde estamos, claro, si nos concentramos lo suficiente, y escuché tus pisadas todo esté tiempo, aunque debo de admitir que eres muy bueno intentando ser silencioso, nadie más te vio más que yo-

-Enserio lo siento mucho Tighnari, me llegó un informe respecto a que tú tal vez liderabas las facciones rebeldes de la academia y lamento mucho haber dudado de ti- dijo Cyno con la cabeza cabizbaja.

-No te preocupes Cyno, entiendo que estabas haciendo tu trabajo, pero si querías saber algo debiste de preguntarme directamente, odio las mentiras -

- Está bien te prometo que si vuelves a salir sospechoso te preguntaré -

- Jajaja, no creo volver a salir en alguno de tus informes después de este malentendido - dijo Tighnari regalándole una sonrisa a Cyno. - y por cierto muchas gracias por los datiles dulces, nunca los había probado y me gustaron mucho-

-No es nada, es lo menos que puedo hacer después de todo esto, que te parece si te invito a cenar, después de todo ya que estamos aquí deberíamos de aprovechar y comer algo, conozco un café donde no nos molestarán -

- Está bien, acepto la invitación, llevo días haciendo mi tesis y no he comido tan bien así que realmente si necesito esa cena - dice el chico pelinegro algo apenado.

Después, ambos se dirigen al café que mencionó Cyno, se sientan y tienen una comida agradable disfrutando la compañía uno del otro, al terminar de comer salen a un pequeño balcón desde donde se alcanza a ver casi toda la ciudad de sumeru junto a las estrellas en el cielo nocturno, Tighnari estaba impresionado viendo las estrellas con asombro como si de un niño pequeño se tratase, y Cyno estaba admirando lo que a su parecer era lo más hermoso que había visto jamás, la cara de Tighnari un poco sonrojada debido al frío de la noche, donde el podía ver cómo se iluminaba ligeramente con la luz de la luna, le daba un brillo muy sutil a su cara y a ojos de Cyno, el chico a su lado simplemente era perfecto.

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°Gracias Cyno por ser tan especial para mí.°
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*~Lovely~* [Cynonari]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora