Narra escritor.
Cuando el equipo ocho regreso de su misión, Hinata se mantuvo en silencio, más de lo habitual.
Los tres se las arreglaron para vencer a las bestias con un riesgo de vida o muerte. Los jóvenes volvieron a la granja con heridas en todo su cuerpo, al igual que su maestra. Pero al final, cuando estaban recuperandose, Rafael le reveló algo que le quitó el sueño a la Hyuga.
"---La bestia que matamos... Antes era humano."
El chico se lo contó con un tono serio y algo dolido, sentado en la orilla de la cama en dónde descansaba Hinata.
Ocultó de su padre esa información, ya que el hombre tenía el claro que lo iban a matar si se enteraban de su existencia. Rafael sabía de los sueños y esperanzas del hombre, por eso mismo dudó al momento de enterrar el rastrillo en su pecho.
"---Lo siento mucho por contarte eso, pero eres la única a quien le puedo contar y quería sacar algo de culpa de mi pecho."
Hinata ni siquiera había procesado el hecho cuando abrazo al chico, soltando unas palabras reconfortantes para que no se culpara.
No fue hasta salir de la granja que había caído en cuenta que ella asesinó a un ser humano que no podía controlar sus instintos. Un agrio sabor se quedó en su boca, la culpa estaba presente pero sabía que no podía hacer nada al respecto, y eso la hizo sentir miserable. ---no volverá a ocurrir... Lo juro.
Ya en la seguridad de su habitación, pasó horas leyendo libros sobre anatomía humana y otros pergaminos que quitó prestado a su padre sin que se diera cuenta.
Tocaron su puerta con educación, y él único que hacía eso era su cuidador Ko. Sin saber, se volvió el único quien le tenía respeto en el clan y quién velaba por ella. ---Hinata-sama, Lord Hiashi la está esperando para cenar.
---en un momento iré--- le contestó antes de cerrar el libro y guardarlo en un cajón del escritorio.
Al siguiente día, el equipo ocho se reúne para un entrenamiento regular. Kurenai se encargaba de ver sus puntos débiles y mejorarlos principalmente con entrenamientos físicos.
En un par de horas, los chicos se encontraban cansados siendo Hinata y Kiba los que destacaban más al estar de rodillas en el suelo.
Kurenai los miraba con seriedad y justo cuando les iba a decir algo, se distrajo mirando al cielo, en dónde un halcón volaba sobre ellos. ---es todo por hoy, pueden retirarse--- les aviso antes de desaparecer de su vista.
---que bien, horas libres--- dijo Kiba y Akamaru saltó para caer en su cabeza alegremente, ya que las horas libres para Kiba eran paseos y juegos para el perro.---¿Nos vamos?
Ante la pregunta de Kiba, Shino estuvo de acuerdo pero cuando ambos miran a Hinata, ella se encontraba sumergida en sus pensamientos con la mirada perdida en el tronco de un árbol. ---Hinata--- llaman su atención al tocar su hombro y ella reacciona un poco sorprendida. ---¿Te pasa algo?
---no, no es nada. Solo estaba pensando en algo que leí en un libro, sería bueno si pudiera emplearlo en combate, pero ni siquiera se por dónde empezar.
---entiendo--- habló Shino ---lo mejor sería que aclares tu mente, así las ideas fluyen más rápido.
Ella asintió ante la idea del castaño. ---¿Necesitas ayuda? Puedes contar con nosotros--- dijo Kiba apuntando a si mismo con Akamaru quien ladro como si confirmara las palabras de su dueño. Hinata llegó a pensarlo unos segundos, sin embargo negó a la pregunta.
---gracias, pero estaré bien sola. Es más memorizar que otra cosa.
Pasando a otro día, Hinata recorría un camino de la aldea en dónde la conducía a un lugar de entrenamiento donde regularmente era usado por los genin de equipo ocho, pero esa vez iba sola con un papel en la mano.
Kurenai les había hablado del examen chūnin, en dónde si consiguen pasar con éxito, lograrán pasar a rango chūnin cómo indica su nombre.
Hinata no quería perder tal oportunidad, aunque apenas estuviera empezando un nuevo entrenamiento y esté en desventaja con la experiencia, no sé permitiría perder la posibilidad de dar un paso a su meta.
Pero había algo en los exámenes que no la dejaba tranquila.
Muchos shinobis de otras aldeas se presentaban a Konoha, para tener una oportunidad de participar en los exámenes y eso mismo le recordaba aquella época en dónde tenía cuatro años de edad, dónde un incidente provocó que sacrificarán a su tío.
Su sangre era codiciada y vivía con la constante preocupación que algo similar sucediera. Justo por eso activo su Byakugan debido a la sensación de ser observada.
En ese momento desapareció a una velocidad que los simples ciudadanos no se dieron cuenta, pero un shinobi lo notaría.
Otro sujeto sigue a Hinata y desaparece a la misma velocidad, terminando lejos de los habitantes comunes de Konoha, siendo un lugar con árboles de por medio. Ahí estaba Hinata, corriendo al centro del bosque cuando el Shinobi rio con burla hacía ella. ---¡Eres demasiado fácil!--- la alcanzó en cuestión de segundos, apuñalan a una sorprendida Hinata por la espalda, pero esa imagen desapareció dejando ver un tronco de árbol.
El ninja cayó ante un jutsu de sustitución simple, su objetivo no estaba a la vista y por lo tanto decidió retirarse mientras Hinata lo observaba con su byakugan a una buena distancia, evitando un enfrentamiento cercano.
Lo que no sabía era que ese ninja era una prueba preparada por Iruka, su antiguo tutor en la academia. Iruka pidió ayuda a un amigo para evadir el byakugan y no sospechará de él, con eso lo envío a Hinata para medir la habilidad de la joven, pensado en un enfrentamiento de taijutsu y sin embargo Hinata terminó desapareciendo de la vista.
Pero eso solo demostraba que no era tan imprudente con los desconocidos.
Sorry, quería subir otros capítulos junto a este pero no doy para más.
Pero buenas noticias, ando triste y cuando ando triste trato de escribir así que esperen otro capítulo.
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La Hyuga Sin talento.
Fanfictionuna gobernante exitosa, tenia talento para todo y sabia usarlo bien. pero su destino era morir de vejez. algunos estaban tristez por la pérdida de su gobernante y otros estaban aliviados de que ese monstruo inestable se fuera. pero ella reencarna e...