Capítulo 3: Un Turbio Pasado

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Buen día-tarde-noche mis queridos lectores! sobra decirles que pido disculpas por los capítulos con mala ortografía, yo también la odio no se preocupen, cierta personita dice que los capítulos son demasiado cortos, y a decir verdad lo son xD, pero tengo mis motivos, un saludo y enorme abrazo a la bella Pao, un beso a la linda Maria Angela Peñazco Peñascal (?), a Anlly que aun me debe el seme envuelto xD, y tambien un saludo a mi casi hermana gemela Zulmy!!, sin mas que decir, por favor, pasen, lean y lloren. Pido discrecion, pues en este capitulo habran escenas fuertes y como la vez anterior desangrense en el baño.

PD: La foto es de Donovan :*

Me sentia mareado, no recordaba haberme quedado dormido, sentia como si algo me aplastara...mis ojos se adaptaron a la luz y pude ver donde estaba.

Aun recordaba este lugar, la alfombra verde del piso, las paredes tapizadas de un azul claro, la misma cama pequeña, rota y quemada.

Escuche unos pasos acercarse, tuve miedo, me escondi en el viejo armario. La puerta se abrio de golpe, por ella entro un hombre de alrededor de unos 35 años, era un poco alto, tenia una complexion un poco robusta, hiba vestido muy bien, llevaba un saco negro, una corbata gris algo arrugada, llevaba el cabello castaño desordenado, tenia una mirada enrojecida, detras suyo venia una mujer de unos 29 años, era muy alta y delgada, su cabello rubio caia con gracia sobre su espalda, Jonathan y Cordelia Watters, sus primeros padres adoptivos, ella traia de la mano a un pequeño niño....

-Ahora dime maldito mocoso ¿porque besaste a otro niño?!-la mujer cerro de golpe la puerta haciendo que el pequeño diera un salto.

-Y-yo...- el pequeño ni siquera pudo alegar pues la mujer lo tomo del cabello y le dio una bofetada

-¿Acaso no te cuidamos bien?!!!-esta vez lo empujo con tanta fuerza hacia la pared que el pequeño dio un grito

-Callate mocoso de mierda!!-el hombre dio una patada en el vientre del niño- No quiero a ningun maricon de mierda en esta casa-el hombre se saco el cinturon, y empezo a golpear al pequeño una y otra vez, cuando el pecho del niño empezo a sangrar un poco, lo tomo del cuello con una mano, el pequeño luchaba por recuperar un poco de oxigeno, lo estampo con tanta fuerza en la pared que el papel tapiz se arrugo, la cabeza del pequeño empezo a sangrar un poco, el dolor era demasiado,no lo pudo soportar y se desmayo.

-Dejalo ahi-dijo la mujer mientras salia de la habitacion, el hombre dejo al niño tirado en el suelo de la habitacion-Esto no va a quedar asi-la mujer salio dando fuertes pisadas hacia afuera, el hombre solo vio al pequeño y se sobo la entrepierna.

Y en verdad....eso no quedo asi....

Ahora ya no estaba en la habitación, ahora estaba en la sala de esa casa, el pequeño estaba sentado en el sofá grande, tenia la cara llena de moretones, y las manos vendadas, pues al dia siguiente Cordelia, la mujer, le quemo las manos por querer salirse para ir a la escuela, de eso ya habian pasado 4 dias.

Las lagrimas no dejaban de brotar de sus ojos, tenia miedo, y siempre en silencio, lloraba por no poder estar con sus padres y su hermano.

No paso mucho tiempo cuando sintio un peso a su lado, era el de nuevo, como odiaba que lo mantuvieran vigilado, nunca lo habian dejado solo desde la primera agresion.

-De esa manera te ves tan deseable-dijo Jonathan con voz ronca, el pequeño abrio los ojos con miedo, trato de correr, pero el adulto lo tumbo y lo tomo de las manos, empezo a besar su cuello, el pequeño se retorcia de dolor, pues el peso del otro lo estaba dañando.

Jonathan empezo a desvestir al pequeño, cuando dejo su pecho descubierto, vio con placer las heridas en el pequeño, nublado por el morbo empezo a lamer las heridas, saboreando el ligero sabor metalico que estas tenian, empezo a jugar con los pesones, primero los lamia, formando circulos con la punta de la lengua, los gritos del niño quedaban ahogados en la mano del hombre, empezo a morder y a estirar los pesones hasta dejarlos rojos, siguio bajando hasta llegar al vientre, ahi habia una cicatriz aun abierta, la mordio hasta sacarle sangre nuevamente, el pequeño gimio de dolor al sentir los dientes del mayor arrancar un pequeño pedazo de piel.

Sombras del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora