Prólogo

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No puedo creer que la misión se complicará tanto, sin Hiro las cosas no serán lo mismo; ¿por qué tú? Me cuestioné mientras iba de regreso a casa. Mi impotencia era notoria al no poder evitar su muerte, caminaba por la calle principal bajo la lluvia, hasta que al pasar junto a un callejón escuchó el llanto de un bebé.

Sin pensarlo dos veces me dirigí al llanto del infante y al encontrarlo me sorprendí, se trataba de una pequeña recién nacida, ¿cómo es posible que sus padres la dejaran aquí? ¿Qué motivos tendrían? Pobre niña; la llevaré al hospital para que Akemi la revice. Al llegar al hospital llame la atención de las enfermeras, una de ellas se me acercó y al ver a la menor pálida la ingresaron de emergencia; en ese momento salió Akemi por el jaleo que había en el lugar, está al verme ahí se me acercó y me preguntó.

—Rei ¿qué haces aquí? Y empapado para colmo— cuestionó la azabache

—Encontré a una bebé abandonada y la traje para que la revisaran — respondí con la mirada en la sala de observación

Sin decir más, Akemi fue a revisar a la pequeña y después de una hora salió; me dijo que ella estaba bien y que llamarian a protección de menores, al no saber que le pasaría en aquel lugar me negué a que ellos se la llevaran.

—No es necesario, yo la cuidaré — dije a lo que la joven frente a mí cuestionó

— Para quedartela tienes que tener un parentesco con ella, Zero ¿cómo piensas cuidarla? Si ellos se enteran estará en peligro

— La mantendré lejos de ellos cueste lo que cueste — sin más ella me sugirió que dijera que era su padre ya que ella se encargaría del resto a lo que obedecí

Al finalizar los exámenes, me entregaron a la pequeña y al estar por irme; Akemi me detiene preguntando ¿qué nombre le pondrás? A lo cual respondí Elena, esa respuesta la sorprendió pues ese era el nombre de su difunta madre.

La hija de Rei FuruyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora