Narra Elena
Cuando llegué a tierra, sentí la adrenalina de haber usado el ala delta sin arnés; estaba feliz, pero justo en eso llegó la policía; el inspector me conocía así que me permitió ayudarle.
— Disculpe inspector, pero mis acompañantes siguen en el juego y uno esta colgando de una de las esferas — dije preocupada por Kaito
— ¿Por qué no se quedó en su cabina? — cuestionó Megure
— Quiso ayudarme a calmar a nuestra compañera que iba con otro joven — Expliqué, en eso recibo una llamada
Al ver de quien se trataba, me di cuenta que era papá así que contesté sin pensarlo mucho; le dije que estaba bien, pero que estaba metida en un caso y trataba de salvar a los chicos para que no fueran a caerse. Finalizada la llamada, me di cuenta que el juego dio el resto de la vuelta logrando bajar los que habían quedado atrapados; con algunas herramientas abrieron la puerta de la cabina en la que se encontraba Aoko.
— Que susto nos diste — mencionó el castaño abrazándome
— Perdón por eso — dije correspondiendo el abrazo
Sabía que aún no le daba una respuesta a su confesión, pero ahora debía concentrarme en resolver el caso; mientras el inspector hacia preguntas, Hakuba y yo revisabamos la escena para ver si conseguíamos algo; por lo visto también es un detective, aunque es arrogante, será divertido ver su reacción si le ganó en la deducción. No fue fácil atar los cabos sueltos pero, al menos ya tenía las pistas que me faltaban.
— Inspector, ya descubrí como se cometió el asesinato — dije llamando la atención de los presentes
— En serio, ¿cómo lo hizo? — cuestionó el mayor
— Es fácil deducir que el asesino conocía a la víctima — comentó el rubio
— Es cierto, pero, no lo hizo solo, pues es difícil desviar la atención de las personas cuando es un lugar concurrido — explique sorprendiendo al de orbes rubí y agregué — además la cabina en la que estaban Aoko y Hakuba era para la verdadera victima, la cual supongo sufre de claustrofobia
— Eso quiere decir, que la verdadera victima no subio al juego y que el arma debía ser fácil de ocultar además que su cómplice consiguió llamar la atención de los demás sin problemas o ¿me equivoco? — mencionó Kaito con unos guantes y la que sería nuestra arma homicida
— Así es y por lo visto encontraste el arma homicida — ante mis palabras el inspector y el rubio observaron lo que Kaito traía en mano
— Vi estos hilos mientras te observaba planear en el ala delta y me pareció extraño ¿creen que el culpable haya planeado esto desde un principio? — el comentario de Kaito sorprendió a todos
Ahora que lo dice, es verdad, note esos hilos antes de subir al juego; sin embargo, es algo raro, mientras pensaba en lo ocurrido, vi que un sujeto intentó atacar a Kaito por la espalda; pero no contó con que yo reaccionaría rápido evitando que lo dañara aplicándole una llave de judo aunque salí herida.
— Eso estuvo cerca, ¿estás bien Kaito? — cuestioné
— Sí, estoy bien, gracias Elena — dijo el castaño a mi espalda
El inspector Megure arrestó al sujeto, pero aún faltaba el complice o mejor dicho el culpable del homicidio; mientras pasaba mi vista por los sospechosos, sentí un dolor en mi brazo derecho; al pasar mi mano izquierda por este, noté que estaba sangrando.
— Furuya-san ¿está bien? — cuestionó el rubio observando me de reojo
— Sí, estoy bien — mencioné para que no se preocuparan, sin embargo, no pude engañar a Kaito
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La hija de Rei Furuya
RandomFuruya volvía a casa después de haber perdido a su mejor amigo, estaba frustrado al no poder salvarlo; en el camino escuchó el llanto de un bebé, sin pensarlo se adentró al callejón del que provenía aquellos sollozos; encontrando a una bebé recién n...