Narrador omnisciente.
Ha pasado una semana desde que Elena se recupero de su resfriado, su padre intentaba pasar mas tiempo con ella; era sábado, Amuro trabajaría en el Poirot así que llevó a su hija y los amigos de la menor con él al llegar observaban el lugar con ilusión.
— Niños, hoy no podré llevarlos al parque, pero puedo llevarlos por un helado después — comentó el moreno a lo que los niños asintió
— Papi, ¿podemos jugar con las cartas que me regaló el señor Toichi? — cuestionó
— Está bien, solo no se vayan a ir de aquí — ordenó a lo que Elena y sus amigos asintieron y fueron a sentarse a una de las mesas que estaban al pie de la ventana
Mientras Amuro limpiaba y organizaba las cosas, su hija jugaba con su mazo de cartas mientras que Kaito y Aoko reían; también practicaba algunos trucos de magia junto al castaño. En eso llegó una joven, quien al ver a los niños, se sorprendió de lo talentosa que era con la magia; le pareció tierno ver a esos pequeños, aunque se preguntó ¿quiénes serán sus padres? Amuro al notar su presencia le sonrió dándole la bienvenida.
— Buenos días, Azusa — comentó alegré de ver a su compañera
— Buenos días Amuro-kun, ¿quiénes son los niños? — cuestionó curiosa
— Bueno la azabache es mi hija y los dos castaños son sus amigos — comentó mientras observaba a esos tres
— Amuro, ¿Desde cuándo tienes una hija? Y lo más importante ¿Quién es la madre de la niña? — interrogó Azusa con sorpresa
— En realidad..... La adopte — le explicó que la había encontrado abandonada, pero claro sin hablarle de esos tipos para que estuviera a salvo
Azusa estaba atónita con lo que le acababan de decir, Elena al ver a la chica con la que hablaba su padre se acercó a ella y la observó fijamente.
— ¿Ella es mi mami? — preguntó la menor mientras señalaba a la joven
— No linda, ella no es mamá, ella se llama Azusa y es una amiga de papá — explicó, sin embargo, la pequeña iba a llorar y entre sollozos pedía ver a su madre aferrada a la pierna de la chica
— Shhh, no llores princesa, mamá está aquí — la menor al sentir los brazos de la joven rodeándola sintió calidez
— ¡Mamá! — exclamó abrazándola mientras que su padre estaba aturdido por la respuesta de su compañera.
Narra Amuro/Rei
Ante la declaración de Azusa, quede helado, cómo le voy a explicar ahora a Elena ¿qué no soy su padre biológico? Sé que es una niña muy inteligente para su corta edad y bastante curiosa; suspire resignado, pues Elena se veía feliz con Azusa y está mostraba una hermosa sonrisa al ver a la niña feliz. Debo admitir que si parecen madre e hija, sonreí ante ese pensamiento pues no quería que Elena se enterará aún que es adoptada; ya que sigue siendo una niña pequeña y no quisiera destruirle la felicidad que hemos creado juntos espero tener el valor para decirle la verdad cuando llegue el momento.
Pasamos el día tranquilo, los niños jugaban y reían mientras que nosotros atendíamos a los clientes; al finalizar el día de trabajo, recordé que debía ir a una reunión con esos hombres dentro de dos horas y no me daría tiempo de ir a Ekoda y volver. Sabía que debía mudarme nuevamente a Beika, pero, Elena extrañará mucho a sus amigos; hablaré con ella para ver que puedo hacer para mantenerla alejada de esos hombres. Aunque no será fácil si Vermouth ya lo sabe, no confió en esa mujer y estoy seguro que usara a mi hija en mi contra en algún momento.
Narra Elena
Cuando papá me dijo que nos mudaríamos, me puse muy triste; ya que quería pasar más tiempo con mis amigos. Dos años después de haber ido a vivir a Beika, mi padre recibió una llamada; por su expresión supuse que sería una mala noticia y estaba en lo correcto. Ese mismo día fuimos a Ekoda, para apoyar a la familia Kuroba en su pérdida; sí, el maestro Toichi había muerto, al igual que Kaito, me encontraba devastada, esa vez me quede en casa de los Kuroba por tres semanas; no perdía clases ya iba junto a Kaito y Aoko a la primaria pero tuve que volver a Beika.
Han pasado 10 años desde que nos mudamos a Beika, mi padre a estado actuando muy extraño últimamente. He mantenido contacto con Kaito y Aoko, iré a visitarlos el fin de semana; para saber que a sido de sus vidas. Me encuentró con papá en una inauguración, vine para acompañarlo; sin embargo, cuando la gente se fue a su casa el lugar explotó.
A la mañana siguiente, fui a clases y ese insidente era el tema en boca de todos; debo agradecer que mi padre está bien pero la persona a la que culpan es un detective privado, él nunca estuvo presente en aquel lugar. Mis amigas al verme con rasguños, se me acercaron a preguntarme que me había pasado; les expliqué que fue un accidente en el trabajo de mi padre. Aunque seguían insistiendo para saber que había ocurrido realmente, las ignoré ya que yo también me estaba haciendo esa misma pregunta; gracias a que ingresó la maestra, las chicas dejaron de cuestionar me lo mismo.
Las clases concluyeron más rápido que de costumbre, estoy acompañando a Mouri-san a la primaria Teitan por los shonen tantei; se que está desanimada por lo que está pasando su padre.
—- Todo saldrá bien Mouri-san, su padre es inocente — comenté al llegar a la primaria
— Gracias Furuya-san, pero no sé que hacer para demostrar su inocencia — dijo con tristeza
— Te ayudaré si quieres, se que Kudo-san aún no aparece pero creo que puedo buscar pistas que demustren su inocencia — ofrecí, sin embargo, la vi desconfiada
Suspire, sabía que ella nunca confió en mí, no sé porqué piensa que me gusta Kudo; sólo pasaba tiempo con él por algunos casos no porque me guste, además mi corazón tiene dueño y no es ese detective engreído. No le iba a rogar por ese caso, en eso ambas recibimos una llamada, al ver la pantalla de mi móvil, sonreí como boba enamorada antes de responder.
En llamada
Kaito: Hola Elena, ¿cómo éstas?
Elena: Hola Kaito, bien y ¿tú como estas?
Kaito: Muy bien, quería saber si ¿quisieras ir con Aoko y conmigo a Tropical Land? Es que ella irá con Hakuba y no quiero estar de violinista
Elena: Me encantaría, aunque viéndolo bien, es como una cita doble — comenté con un tenue rubor en mis mejillas
Kaito: Me alegra que aceptes, nos vemos en un rato adiós hermosa
Fin de la llamada
El castaño cortó la llamada dejándome con el reclamó en la boca, este chico nunca cambiará, suspire ante ese pensamiento; aunque ahora que lo pienso ¿quién es Hakuba? Aoko nunca me dijo que tenía pareja. Al estar concentrada en mi llamada, no le preste atención a lo que decía la castaña; cuando término su llamada volteó a verme, notando que observaba mi móvil mientras murmuraba un "qué haré con ustedes".
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La hija de Rei Furuya
RandomFuruya volvía a casa después de haber perdido a su mejor amigo, estaba frustrado al no poder salvarlo; en el camino escuchó el llanto de un bebé, sin pensarlo se adentró al callejón del que provenía aquellos sollozos; encontrando a una bebé recién n...