| Prólogo |

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Era una noche fría en Japón, las pocas personas que recorren el barrio de Shibuya acuden a los clubs para pasar un buen rato ya sea bebiendo o teniendo relaciones con algún servidor sexual. Después de una semana tan ajetreada no era de extrañarse que la población buscara un poco de diversión, a altas horas de la noche un viernes.

Se puede observar una cola ante el bar Rojo, uno de los más reconocidos y temidos, la respuesta del porque es muy simple, pertenece a la famosa organización criminal Bonten. Nadie conoce los rostros de sus integrantes, es todo un enigma, lo único que te puede alertar que estas en las fauces del lobo es su tatuaje tan característico que se ha anunciado en las noticias.

Dentro, el club está lleno de humo de hielo seco, las luces de diversos colores recorren todo el lugar de tonalidades azules, verdes neón, rosas, amarillos y naranjas creando una escena multicolor ante los ojos de cualquiera.

Las chicas bailaban agitando sus largas melenas, los chicos de igual manera balanceaban su cadera, a veces parece una carrera para ver quien se embriaga primero o quien consigue un acercamiento con un desconocido en los baños.

En la parte más alejada y exclusiva se pueden leer las letras V.I.P indicando que no cualquiera puede acceder, hay diferentes mesas de cristal con sillones aterciopelados de color vino, una barra exclusiva para pedir diversas bebidas, mesas para jugar póker y muchos meseros dedicados a atender a las personas más importantes.

En el centro de dicha área hay unas escalares que permiten ir a una sala reservada para los dueños, hay cortinas que utilizan para que nadie observe que es lo que sucede, la entrada está prohibida para cualquiera que no sea invitado y es raro que ellos estén ahí, pero esta vez se puede observar un grupo de chicos mirando el ambiente que se había generado en pocos minutos desde que se abrió el local.

El grupo está conformado por hombres de veintiséis y veintisiete años, son tan jóvenes para estar en un mundo así, pero no les importaba pues son ricos y pueden hacer lo que a ellos les plazca, comprar el silencio de algunos policías de la ciudad les había ayudado a mantenerse entre las sombras.

Hanagaki Takemichi se encuentra aburrido con una bella dama en sus piernas, él no deseaba estar ahí, pero tenía negocios que atender junto a sus subordinados. Era tan indiferente para él todo lo que pasaba, como la gente gastaba su dinero, como ingerían aquellas bebidas o como bailaban de manera tan obscena.

- ¿Ya nos podemos ir Koko? - pregunto

- Aún no líder- respondió su mano derecha, el encargado de los ingresos, la billetera de Bonten- Kiyomasa quiere hablar con usted

-Espero se apure, me estoy aburriendo- dijo sin más, recibió una mirada indignada de la chica- Lo siento preciosa

No pasaron ni cinco minutos cuando las cortinas fueron abiertas, ahí estaba Sanzu y Kakucho junto con aquel hombre que había solicitado su presencia; traía un cigarrillo en su boca, su mirada de molestia era notoria, observo con detalle aquella cicatriz en su ceja.

-Siéntate, no estoy aquí para perder el tiempo- exigió Takemichi, hizo que la chica se retirara del lugar y tomo un cigarrillo- Habla

Kiyomasa es un simple pandillero, con tan solo con 17 años se estaba involucrando en el mundo de los criminales. Observo ahora con temor al líder de Bonten, su cabello negro, aquellos ojos azules y fríos como el hielo, su camisa negra abierta dejando a la vista su tatuaje.

- Quiero que mates a alguien

-Vaya, vaya, vaya- soltó una risa- Niño, no estoy para juegos

- No es un juego, lo digo muy enserio

- Sabes que eso no es gratis- aspiro el humo de su cigarrillo, lo mantuvo en sus pulmones y lo dejo salir sin más- ¿Nos vas a pagar?

-Claro- saco de su pantalón el fajo de billetes, pero ante ese movimiento tan brusco Sanzu tomo su pistola en reflejo, su objetivo la cabeza del chico

-Tranquilo Sanzu- dijo Takemichi- Koko

Hajime Kokonoi tomo entre sus manos aquel paquete, empezó a hacer cuentas, no era un secreto para nadie la cantidad que debían de entregar si deseaban arrebatarle la vida a alguien.

-Esta completo

-Si que vas en serio- apago su cigarro- ¿A quién debemos de eliminar?

- Ryuguji Ken, integrante de la Toman

-¿Otro niño?- se quedó pensativo, no sería la primera vez que mataban a un menor de edad para ser sincero- Te debió hacer algo grave para pedirnos esto, si estás seguro, lo haremos

-Lo estoy, pero quiero que tú lo mates

- ¿Por qué yo? - levanto una ceja y una sonrisa macabra adorno su rostro

- Es bien sabido como encuentran a tus victimas

- Que te puedo decir, me gusta divertirme un poco con ellas antes- dijo sombrío- Muy bien, yo me encargo de tu pedido, ahora largo

Sus dos ayudantes se llevaron al joven fuera de ahí, era hora de obtener la mayor información posible de ese tal Ken para iniciar con su plan, sin saberlo ahora sus días estaban contados. 

 

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Criminal Love [DraTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora