IV

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No puedo.

Esa simple frase había acabado con la poca esperanza que tenía JungKook de poder tener algo más con su hyung.

Destrozado, se levantó de la cama donde reposaba y guardó la joya en el bolsillo de su chaqueta, bajando siempre la cabeza para que su mayor no notase cómo las lágrimas comenzaban a formarse en aquellos ojitos que hace momentos estaban llenos de ilusión.

—Iré a llevar las entregas hyung, se va a hacer tarde.— Dijo finalmente para después salir de la habitación.

Pero no culpen a SeokJin, él jamás quiso herir a su cachorro de esa forma, siempre intentó estar al margen respecto a la relación que tenía con el menor y más cuando éste había cumplido la mayoría de edad, pues a fin de cuentas eran alfa y omega viviendo juntos, sus instintos  no podían contenerse.

—Perdóname Kook, en serio...— Susurró para él mismo, no pudo evitar llorar al recordar la tristeza en los ojos de su pequeño.

¿Pequeño? Comenzó a pensar, hace años que JungKook dejó de ser pequeño, se había vuelto todo un hombre alfa, grande y fuerte que ya no necesitaba protección, sin embargo, SeokJin no podía dejar de pensar en él como un cachorro al cual cuidar, era por eso que intentaba ignorar ese sentimiento de emoción cada que el chico le daba besos donde más le gustaban o cuando le decía lo hermoso que era.

SeokJin volvió a recordar cómo había sido cuidar del pequeño lobo desde que llegó a su vida, nunca lo trató como un hijo, le gustaba más verlo como un hermanito o un amigo hasta cierto punto, ¿pero volverse su pareja? Sentía que estaba haciendo mal al imaginar lo lindo que sería ser pareja de alguien como el lobo, pensó que muchas cosas podrían salir mal.

Volvió a negar ante la idea de aceptar el cortejo de JungKook y comenzó a arreglarse para hacer sus obligaciones, eso lo mantendría ocupado y olvidaría el asunto.

🐾

Fuera de casa, JungKook estaba sentado en una de las bancas alrededor de la fuente que estaba al centro del pueblo, le gustaba sentarse ahí cuando no se encontraba de buen humor y al parecer le tranquilizaba sentarse a pensar.

Tomó en su mano aquel collar que había conseguido para su hyung y lo apretó un poco entre ésta.

Había sido un idiota al pensar que SeokJin lo aceptaría, era obvio que él solo lo veía como un hijo, nada más.

Del suelo recogió una roca pequeña que encontró y la lanzó sin mirar al frente, en un intento de liberar su frustración.

Sin embargo, la roca rebotó en la cabeza de otra persona y ésta de inmediato se quejó en alto debido al dolor. Dios, JungKook se sentía tan avergonzado por haber herido a esa pobre persona.

—¡Lo siento! No quise golpearlo, de verdad.— Dijo el alfa mientras se acercaba a lo que parecía ser un chico considerablemente más bajo que él, portaba en su cabeza un par de cuernitos que eran adornados por el cabello claro.

El jovencito levantó la mirada y sus ojos conectaron de inmediato con el lobo, haciéndolo retroceder ante el miedo de estar tan cerca de un depredador.

JungKook se sintió un poco ofendido ante su acción y él mismo retrocedió para no incomodar más al pequeño omega.

La vaquita se dio cuenta de su acción y lo grosera que pudo haberse visto, por lo que acomodó su cabello y después de sobar un poco su cabeza, le miró a los ojos.

—No te preocupes, fue un accidente.— Le contestó el ternero.

—Lo sé, pero aún así te lastimé ¿estás bien?—Le preguntó al momento que él mismo frotaba la cabecita del chico, intentando desvanecer cualquier dolor.

𝐔𝐧𝐤𝐧𝐨𝐰𝐧 𝐩𝐚𝐰𝐬 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐉𝐢𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora