VII

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Cuando JungKook era un niño aún, hablando de unos doce años, fue la primera y última vez que peleó.

Estaba en la escuela cuando un niño lo golpeó accidentalmente en la cara con un balón de futbol. JungKook enfureció tanto al punto de querer empujarlo, no lo hizo, por esta razón el niño siguió molestándolo.

"Eres un cobarde." Eso no le dolió.

"Eres adoptado y ni siquiera tus padres te quieren." Eso no pudo haberle importado menos.

"Tu hyung ni siquiera es tan bonito, mi mamá es mucho más-

Y el niño cayó debido al puñetazo que el lobito le dio.

Los otros niños fueron a avisarle a alguna maestra y los dos terminaron castigados en el salón, SeokJin llegó tiempo después por él, con un claro ceño de enojo y a la vez de decepción.

Ese día JungKook también fue castigado por haber golpeado a un niño, por el motivo que fuera. SeokJin se encargó de no darle postre por una semana.

Sin duda un recuerdo divertido de su infancia.

Pero JungKook ya no era un niño.

Era un feroz lobo que tenía la capacidad de arrancarle la cabeza a cualquiera con solo su mandíbula, era todo un Alfa, más grande y temible que todos en la manada.

Por eso, cuando llegó finalmente a lo que solía ser su hogar, logró ver a los dos bandos de cada lado, uno bastante rojizo y otro de pelaje oscuro. Los dos listos para pelear.

Al frente de la manada de lobos se encontraba Min YoonGi, viéndose igual de altanero e imponente frente al líder de los zorros.

Del otro lado, NamJoon se veía igual de molesto y detrás de él, yacía una hermosa omega con el cabello blanco y que sujetaba su vientre en señal de protección, supuso que ella era su esposa, la misma que estaba esperando a su primer cachorro.

Bajó rápidamente por la colina que lo separaba de su enfrentamiento y dio la cara a los dos hombres que lo miraban expectante, Min esperando a que se uniera a ellos, NamJoon esperando que pusiera fin a esa guerra que aún no empezaba.

Sería un día largo.

Por otro lado, SeokJin y otros dos hombres intentaban abrir la puerta a como diera lugar, pero estaba tan atascada que no pudieron hacer mucho.

Necesitaban salir, unos a comprobar el estado de sus negocios, otros queriendo ir a casa o al menos lo que quedase de ellas, otros irían con SeokJin en busca del lobito para asegurarse de que el joven Alfa no hiciera locuras.

—¿No hay alguien que sea capaz de abrir la maldita puerta?— Preguntó enojado.

—SeokJin-oppa, no hay mucho que podamos hacer.— Mencionó una híbrida de conejo que estaba ahí. —Está muy atorada.—

—Debe haber algo que podamos usar...— Miró a todos lados, buscando algo que pudiera servirles, sus ojos cayeron en los cuernos fuertes que portaba el señor Wang, el híbrido de cabra.

El señor pareció entender y rápidamente se transformó a su forma animal, dejando a la vista una gran cabra con cuernos grandes y fuertes.

Fue así como empezaron a golpear la puerta hasta que ésta cayó y los pueblerinos salieron de prisa, Jin siendo seguido por JiMin y algunos otros.

Corrieron rápidamente a donde se suponía estaba el territorio de los lobos, suponiendo que ahí fue hacia donde JungKook había ido.

SeokJin rogaba a todos los dioses por existir, que su JungKookie estuviera bien y no actuara impulsivamente, pues podrían hacerle daño o peor.

𝐔𝐧𝐤𝐧𝐨𝐰𝐧 𝐩𝐚𝐰𝐬 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐉𝐢𝐧 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora