¿Nos unimos por una simple academia de artes mixtas?

7._ Un año más sin verte, hermano...

Pov: Hunter. Domingo 19 de Marzo. 10:00am.

Aun estaba en la cabaña, mis amigos se habían ido de la cabaña ayer en la noche. Tenía llamadas perdidas de mi tío, no me molestaría en contestar, además el no sabía en donde estaba yo. Aunque sabía que Amity vendría a visitarme por la fecha que era, quizás vendría con los demás. Pero esta vez quería estar solo. Era un mal día para mi, pero no quería arruinar el día de los demás por estas cosas.

— Ya siete años, hermano. Al menos no continuase viviendo este infierno, te mataron, pero ya no sufrirás. —

Me fui al sótano de la cabaña, más bien era un lugar al que nadie entraba, la había descubierto con mi hermano Elias y Amity, teniamos como unos seis o siete años y Elias nueve o diez años, lo encontramos unos pocos años después de la muerte de nuestros padres.

Ese lugar tenia muchos objetos tirados y manchas de pintura por todas las paredes. Ese lugar lo usábamos para dos cosas, primero, para jugar. Segundo, desestrasarnos, dejando todo tirado y tirando globos con pintura. Y tercero, para hacer guerras con los globos de pintura y agua. Los objetos que usábamos eran de plástico y de vidrio o unas almohadas. Disfrutábamos romper algunas cosas.

— Hace tiempo que no veía aquí. — Tome un jarrón viejo, estaba algo rota, no tenía valor. — A desestrsarse un rato. — Aventé el jarrón contra la pared con fuerza.

Me quedé mirando el jarrón roto un rato, luego agarraba otras cosas y las aventaba. Algunas se rompían y otras no. Tambien lanzaba algunos globos con agua hacia la pared. Seguía lanzando cosas, pero me detuve cuando me corte en dedo con un vidrio. Destrozar cosas aveces me quitaba las emociones negativas, me hacía sentir más relajado. Decidí saldria de la cabaña e iría a un lugar importante, pero no, no iría a la mansión. Me cambie de ropa y salí, me fui a mi carro y salí.

— Una pequeña visita— Me dirigí a un lugar, el cementerio. —, gracias por ayudarme cuando tu estabas aún con vida. —

Al llegar busque su tumba, no había nadie en el cementerio, sólo estaba yo. Su tumba estaba con muchas flores alrededor suyo, las había plantado antes para que se vea mejor. Deje caer unas flores hacia su tumba, quería aguantar las lágrimas, pero cuando estaba con el, nunca podía.

Pose mi mano en su tumba, con la cabeza baja, caían algunas lágrimas por mi rostro, lo visitaba cuando podía y siempre le contaba muchas cosas, más bien todo. Absolutamente todo lo que hacía o me pasaba.

— Adivina que, ahora tengo amigos, ya no solo a Amity. Ella me ayudo mucho. ¡Oh!, y también voy a una academia de arte, como siempre quise. —

Seguía hablando, el tan solo pensar que su pacífica alma estaba ahí presente y me escuchaba, me hacia sentir feliz, pero aun así me sentía vacío.

— Incluso llegue a enfrentarme a mi tío. Si, lo hice, como tu lo hacías. Aunque la verdad no se si quiera seguir ahí. —

Mi cara cambió a una cara de tristeza.

— Ya lo conoces y, he estado soportando mucho, tengo amigos que de verdad son muy importantes para mi. Pero la verdad... no quisiera seguir vivo. —

No había nada que decir, pues no tenía algún motivo.

— No tengo razones para seguir aquí, si voy contigo seria mejor, ¿no crees? — Hice una pequeña pausa. — Osea, no creo que me extrañen, me acaban de conocer hace unos pocos meses. —

Sabía que se preocupaban por mi, pero no pienso que me extrañen tanto ya que los conocí hace poco.

— El punto es, que no tengo nada que hacer aquí, nada es suficiente. Sin mi no creo que se haga una diferencia. Ellos estaban bien antes de que yo llegara. —