Todo comienza por la época de 1817, todo regido por la religión, por la poca justicia, el machismo y la homofobia, al igual que por las ideas tan arraigadas y tan cerradas. Moon Bin tras dejar a su prometida plantada en el altar decide huir a la igl...
Sanha había visto como Moon Bin lo observaba de manera siniestra, y quizás hasta con enojo, pero la compañía de Myung, lo hacía sentir seguro y tranquilo, así que no tuvo por qué preocuparse durante el resto del día ya que ambos estuvieron juntos.
Lo que fue yendo de lo que restaba de la semana, Moon Bin siquiera le dirigía la mirada a Sanha, esto provocaba un amargo sentimiento en el joven, eran unos sentimientos completamente revueltos, pues no comprendía si sentía alivio o tristeza de que Moon Bin no le dirigía la palabra, todo era muy confuso, durante las noches se preguntaba «"¿Porqué armó tanto revuelo?, no era necesario que dijera que está enamorado de mi, es una estupidez"» pensó frunciendo su ceño mientras que terminaba de acomodar toda su maleta, cuando un par de golpes lo sacaron de aquel trance, era Jun, quién tenía un sobre en manos y una sonrisa de melancolía en su rostro.
-Myung, ¿todo bien? -preguntó acercándose al mayor notándose un poco preocupado-
-Todo está en orden amigo mío, solo vengo a hacerte entrega de esta carta, quería dártela cuando sea buen momento, espero que leas esta carta, es de mi, para ti, para que al menos lleves algo de mi a Castelmezzano, ¿de acuerdo? -Sanha vio aquel sobre de un color blanco decorado en las orillas con tinta negra, entonces la apegó a su pecho como si estuviese abrazándola y seguido de esto dió un cálido abrazo a su mejor amigo-
-Muchas gracias Jun, es posible que la lea cuando esté a medio camino, de nuevo muchas gracias, atesoraré esto por siempre.
Dijo Sanha separándose del mayor esbozando una sonrisa, Moon Bin estaba al otro lado de la puerta escuchando la despedida de aquellos muchachos, más sin embargo se alejó de inmediato de la habitación soltando un gruñido apretando los puños, el escucharlos le causaba una gran cólera y celos.
-¿Emocionado por el viaje señor Moon? -preguntó el señor Kim tomando el hombro de aquel pelirrojo, este se sobresaltó volteando rápidamente- Disculpa por asustarte.
-No se preocupe... Si, ando algo emocionado por el viaje, nunca he sido apegado a salir a lugares nuevos, pero supongo que estará bien.
-Muy bien, eso está bastante excelente... Por cierto Moon, quería hablar contigo de algo... Estuve haciendo algunas cuentas y estuve pensando bastante, y llegué a la conclusión de que tendrás que pasar tan solo seis meses en Castelmezzano.
-Pero ¡¿por qué?!, usted me dijo que...-
-Yo sé que fue lo que dije. -dijo interrumpiendo de golpe la palabra de Moon Bin- Pero harán falta un par de manos para ayudar aquí en el lugar.
El pelirrojo solo se quedó callado apretando duramente su mandíbula mientras soltaba varias respiraciones fuertes, fijamente miraba los ojos del señor Kim, pero si llegaba a una discusión con aquel hombre de autoridad perdería el viaje por completo.
-De acuerdo.
No dijo más, solo dió la media vuelta y se marchó hacia su habitación a terminar con algunas cosas que faltaban para partir.
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