Mar de copas

Ascenso

Al día siguiente, a la hora del almuerzo solo se encontraban el rey y la reina, preguntó por el príncipe y la mujer amablemente le respondió que se había quedado en su habitación porque estaba indispuesto.

Al llegar tocó la puerta, no recibió respuesta, los guardias lo dejaron pasar para que entregue la bandeja de avena que le había encomendado la reina. Al ingresar vió un bulto en la cama, allí estaba Jian Yi devorado por las mantas.

"¿Solamente te pondrás a llorar?".

"Sal de mi habitación" dijo Jian Yi, su voz sonaba ronca y pesada debajo de las gruesas telas.

He Tian tomó asiento en la cama y susurró "Mientras tú estás llorando, él podría estar recorriendo alguna plaza en compañía de la omega, agarrados de la mano tal vez"

"¡No hables más! ¡Déjame en paz!" El príncipe sacó su cabeza de las mantas, estaba despeinado, aún mantenía las plumas en su cabeza y a juzgar por el pañuelo, sí había llorado.

"Ayer esperabas que el alfa estara libre de compromisos, de seguro querías bailar con él o llevarlo a tu cama. Pero viste a la bonita muchacha que se sujetó de su brazo y decidiste ser un cobarde" dijo el conde. 

"No es así, yo solo quería hablar con él, tal vez dar un paseo en el jardín. ¡Pero lo viste! El aroma de la muchachita gritaba que me largara, que no me acercara a Zhan Zheng Xi" el príncipe empezó a hacer pucheros mientras alzaba el plato de avena.

"¿Entonces renuncias?"

"No es eso, yo solo quería tiempo para pensar, todo es tan repentino. Ayer ví a mi viejo amigo hecho hombre, se veía apuesto, tenía un uniforme azul y parece ser que se casará pronto. Ya no es el niño con él que solíamos corretear al ganado"

Apenas se había levantado esa mañana, He Tian buscó al omega pelirrojo pero no lo encontró, había sido encomendado al recojo de alimentos y no volvería hasta el atardecer. Entonces interrogó a su hermano acerca de las feromonas de dolor pero seguía sin que alguien le diga algo, no se tomó la molestia de preguntarle a su padre. Necesitaba saber el por qué del aroma.

Tenía un plan

"Es una lástima entonces que mientras tú estás aquí, Zhan Zheng Xi se inscribió en la convocatoria para la guardia real" dijo el conde He Tian poniéndose de pie.

"¡¿Qué?! ¿Zhan Zheng Xi como guardia real?" Jian Yi no lo podía creer, dejó de lado el plato de avena y se sujetó del saco del conde. "¡He Tian! Tienes que ayudarme, por favor. Dile a tu hermano que-"

He Tian sonrió. "Por supuesto su alteza imperial, hace una hora mi hermano admitió su solicitud de la convocatoria, pero Zhan Zheng Xi no será asignado para la seguridad del palacio, en su lugar, especialmente será tu único guardia personal"

Jian Yi dió un grito ahogado. "¿Qué? ¡Zhan fué aceptado!" Miró fijamente a He Tian con ojos que brillaban "¡Gracias!" Soltó el agarre que sostenía al conde y pasó sus manos por su cabello frenéticamente "¡Zhan Zheng Xi estará aquí! ¡No puede ser! ¡Mírame, soy un desastre!" En menos de 3 segundos Jian Yi saltó de su cama, entró al baño y salió a rebuscar en los cajones de su armario.

He Tian pensó por una milésima que el príncipe fué adorable por el entusiasmo que ponía en su apariencia para un simple soldado a comparación de la celebración del día anterior, pero desechó el pensamiento instantáneamente. "Hey, ¿No te estás olvidando de algo?"

Por supuesto, tenía sus segundas intenciones. Después de todo si Zhan Zheng Xi estaría a su lado sería gracias al pretencioso hijo del duque, He Tian. Jian Yi se volvió hacia él y se mofó " Oh mi cielo ¿Cómo puedo devolverte el favor?"