Rebeldes

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Dios, la última semana ha sido tan agitada.

El escenario en el norte era caótico, un grupo de rebeldes habían incendiado viviendas y graneros. Habían atado a soldados y granjeros, y prendieron fuego.

En la corte, no era diferente. Los consejeros, ministros y nobles estaban furiosos. La razón, los rebeldes eran omegas.

En un reino donde aún se estigmatizaba la inferioridad del omega frente a los otros géneros, era tan humillante que soldados alfas no hayan podido encargarse de ellos y que incluso habían escapado.

La corte no se lo había tomado nada bien, de hecho habían sugerido medidas drásticas que se centraban en la restricción de la libertad y consentimiento de los omegas.Por supuesto Jian Yi estaba enojado, y la reina también pero que por limitación del mismo rey, ella no podía participar de las sesiones porque estaría cegada por la condición omega de su hijo y no sería imparcial.

Por su lado, He Tian pasó unas semanas con su hermano en el mismo pueblo que ocurrieron los hechos intentando dar una explicación a la violenta actitud de los rebeldes, pero no hallaron nada.
El resto de pobladores, solo los señalaban con odio por la pérdida de toda la temporada al haber sido incendiados los graneros y almacenes.

De hecho, cuando acudieron con la guardia por un llamado urgente del gobernador porque los soldados y granjeros del condado estaban siendo torturados e incendiados, los rebeldes ya habían huido.
No hubo ninguna pista, las víctimas aún se encontraban en recuperación crítica por lo que aún no habían dado ninguna clave. El resto de intervenciones se reducía en la culpa asignada a los omegas como seres infernales.

Todo era tan confuso. La cantidad de disparates que debía escuchar en la sala en innumerables reuniones conglomeradas de nobles patéticos sobre los omegas y el poder que se debía tener sobre ellos era increíblemente frustrante.

La corte solo quería confinar por completo la libertad de los omegas en condición a su pareja o tutor en caso aún no se hubiera enlazado
Todo esto era tan denigrante, el único omega en la sala era Jian Yi que cada vez que intentaba intervenir solo era contradecido e ignorado por el resto.

Con cada día el panorama era peor tanto por dentro como por fuera del palacio.
Los ministros y altos funcionarios estaban de acuerdo con la propuesta del confinamiento argumentando la condición hormonal e inestable de los omegas que ponía en peligro a la sociedad.

Los rumores no tardaron en salir del palacio, en cuánto los hechos se hicieron públicos, en los pueblos, los disturbios no se hicieron esperar. La población aclamaba el control sobre los omegas, todo era tan asqueroso.

La gota que colmó el vaso fué la muerte de una de las víctimas, un alfa agricultor del condado que había sido atado al granero que prendieron fuego y los posibles decesos del resto de víctimas que habían corrido con la misma suerte.

¿Por qué le importaba tanto? Después de todo él era un alfa. Todas aquellas restricciones no le podían importar menos, excepto que, si se aprobaba la moción, aquel que logre emparejarse con Jian Yi, tendría la corona. El asunto de la seguridad había disfrazado los verdaderos intereses de todos los que estaban presentes en el consejo.

Últimamente no dormía, esperando que las víctimas puedan declarar su versión y encontrar una razón cuerda a los movimientos rebeldes y así rechazar formalmente la propuesta, desmintiendo la inestabilidad natural del omega.
Incontables veces intentó salir en apoyo a Jian Yi, pero al igual que el príncipe, fué reducido por el resto de consejeros a un joven sin experiencia.

Había una razón para su insomnio. No era que no le importara Jian Yi, de hecho, sentía compasión por él y su complicada situación. La razón era la libertad de Mo Guan Shan.
En caso el confinamiento de los omegas fuera aprobado, daría pié a un conjunto de medidas que reduciría el valor de los omegas a mucho menos de su estado.

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⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

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