Serendipia | Pedri & Gavi

I

Otra mañana más que el moreno despertaba al lado de Gavi, se le había echo una rutina durante un año despertar junto a él los fines de semana, pero particularmente hace unas semanas algo cambió. Un acuerdo mutuo entre ambos en ser "amigos que follan, pero siguen siendo amigos" por obvias razones nadie sabía sobre esto, al mayor no le convenía demasiado ya que llevaba mucho tiempo enamorado de él ,aunque Gavi nunca se haya dado cuenta de este pequeño detalle.

Pero Pedri siempre estaría de acuerdo en cualquier cosa que el castaño le proponga, no podía negarle absolutamente nada a él aunque lo intentase, Gavi sabía como manipular a Pedri para lograr lo que quería y claro, siempre funcionaba y esto no sería la excepción.

El acuerdo pasó de ser "solo esta vez" a "¿podemos follar hoy en tu casa o tal vez en la mía?", El mayor ya estaba harto de la situación, de un momento a otro pasaron de jugar a la play juntos a follar casi todos los días ¿Eso hacían los mejores amigos? Porque según él no era así.

No era que a Pedri no le agradara lo que pasaba, el echo era de que para Gavi solo era eso Follar, no era nada más, no podían ni mantener una charla porque al instante terminaban ambos en una cama completamente desnudos.

Con cautela se paró de la cama presenciando el desastre que habían echo una noche anterior en su habitación, tenían suerte de que su hermano aquella noche no se encontrara en casa. Se puso una prenda cómoda mientras "ordenaba" algunas cosas. Repetidas veces intentó levantar a su amigo pero este no tenía ni la mínima intención de despertar de su profundo sueño así que decidió por abrir las cortinas haciendo que el menor gruña mientras abría los ojos con pesar.

-Joder, que linda manera de despertar- le dijo a su amigo mientras sobaba sus ojos para nada contento -Podrías haberlo echo mejor ¿No?-

-Traté varias veces pero duermes como una piedra ¿No sientes cuando te muevo?- preguntó Pedri ahora dejando de hacer lo que estaba haciendo anteriormente para prestarle atención al castaño recién despierto.

Era una de sus escenas favoritas, aquellos ojos color hazel eran los que él veía cada mañana al despertar, definitivamente se sentía afortunado de poder presenciar eso cada mañana, claro, no cualquiera podía tener a Pablo Gavi despertar cada mañana a su lado.

-Definitivamente no. Joder, eres un guarro tío ¿Aún no te duchas?- Dijo el mejor mirando de arriba a abajo a su amigo.

-No, y tú tampoco, te estaba esperando- Respondió a la pregunta que le había echo Gavi, mientras levantaba las cejas divertido con una pequeña sonrisa -Que es broma, ahora estaba por hacerlo-

-No tengo problema si lo hacemos juntos- Comenta mientras se colocaba unos pantalones cortos que habían por el piso.

-No. Está bien anda primero si así lo quieres- Sugirió sonriente el pelinegro mirando a Gavi.

-Vamos juntos- Bufó -Siempre lo hacemos-

-Esta es una excepción, existen las excepciones- Palmoteó su hombro para después darle su ropa y una toalla en sus manos -Son las ocho de la mañana-

-¿Qué tiene de malo?- Se enfurruñó al no entender la situación.

-Vamos Pablo, lo primero que quieres hacer a las ocho de la mañana es follar ¿Qué tiene de malo?- Le miró esperando una respuesta la cual no obtuvo. Apretó sus labios haciendo una leve línea recta con ellos -Anda a ducharte, yo iré a la habitación de mi hermano-

-Nunca me habías llamado Pablo- balbuceó mientras lo miraba.

-No es la gran cosa, solo me salió- comentó tratando de no profundizar aquella situación.