XII

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Las horas habían transcurrido y Pedri no había salido de su habitación en todo este tiempo, por otro lado el castaño se encontraba en una larga charla con Ferran quien le insistía constantemente de que siga bebiendo.

-El amor, el amor, el amor alguien que me ame por favor- largó un suspiro cansado mientras siguió bebiendo de su botella -La vida es tan injusta conmigo-

-Ferran, tienes novio- respondió el más pequeño mirándolo con un ceño fruncido.

-Oh, me había olvidado- rió -¿Que pasa con Pedri que no viene? Necesito apoyo-

La puerta del canario fue atacada por golpes constantes haciendo que este abra la puerta encontrándose a su hermano con una sonrisa inocente.

-¿Que hiciste?- preguntó el menor de ambos.

-Puede que- carraspeo un poco para desviar la mirada -Ferran y Gavi se hayan bebido todo, bueno no todo pero-

No pudo terminar de hablar ya que el pelinegro había salido de ahí algo enfadado. Busco por todos lados hasta encontrarlos a ambos en una esquina del departamento sentados en el piso y Ferran con una botella de alcohol en la mano.

Se acercó a ellos para quitarle aquella bebida al mayor el cual empezó a reprochar pero este no hizo caso.

-¿Le diste de beber?- Se puso de cuclillas tomando el rostro del menor entre sus manos.

-Puede ser...- susurró el valenciano con una sonrisa -Tu te fuiste! Necesitaba a alguien que me apoye en este sufrimiento que se llama "mi novio es aburrido" ¿Sabes lo difícil que es?-

-Será mejor que te calles Ferran- bufó y ayudó a ambos haciendo que ambos se levanten del piso.

Trataban de mantener él equilibrio pero no era tan posible, ya que se apoyaban en Pedri quien sólo les daba una mirada de desaprobación.

-Ey Gav- Aún con sus manos en su rostro trató de llamar su atención lo cual lo obtuvo -¿Estas bien?-
El contrario negó apoyando su cabeza en el hombro del morocho quien soltó un suspiro acariciando su cabello -Ferran, vete a la habitación de al lado de la mía, te quedarás porque claramente así no conduces y Eric no querrá saber nada de ti-

-¿Y que harás con el Niño?-

-¿A ti que te importa? Vete-

El contrario solo asintió, no quería más reproches así que se fue hacia la habitación que le había indicado el chico.

-¿Por qué bebiste? ¿Quieres ir a dormir?-

-No hagas tantas preguntas, me mareas Pepi- murmuró para después abrazarlo -Hueles bien-

-Vale si el alcohol me hace estupido a ti te hace cariñoso- rió mientras le correspondía el abrazo -Anda, vamos a la habitación-

-¿Dormirás conmigo? Si no es así, no iré a ningún lado-

-Vale, dormiré contigo- rió mientras pasaba el brazo por sus hombros ayudándolo a llegar a la habitación.

Cerró la puerta detrás de él para poder sentarlo en la cama. Fue un momento a ver si estaba todo bien con Ferran y efectivamente estaba profundamente dormido. Volvió a su habitación cerrando la puerta con seguro así nadie podría molestarlos.

Se acercó a él para poder retirar su camiseta y zapatos.

-Pedri...- tomó su rostro entre sus manos para iniciar un beso torpe por los efectos del alcohol.

Siguió el beso algo indeciso, un beso tierno y lento, era extraño volver a sentir sus labios a los suyos o realmente era extraño que por primera vez tuvieron un beso que no se le resultara incómodo y que fuera dulce.

Serendipia | Pedri & GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora