Capítulo 1° Red alert

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7 A.M. de 1995

-¡Bienvenidos a Japón! -saluda mí madre a los nuevos vecinos de norte América, con un pastel en sus manos haciendo la reverencia típica que hacíamos aquí como un gesto de respeto. Ella me pidio que la acompañará para conocerlos, pero con mis apenas quince años de edad solo pensaba en quedarme en mí habitación a comer helado porque hacía un calor de mierda y odio el calor aunque tampoco quiero mucho al invierno, ya saben, en fin en este momento me encuentro muy satisfecha por encontrar el mejor lugar para ver en primer plano a los vecinos nuevos desde la ventana de mí habitación.

Observé con atención como una mujer esbelta de ojos azules salía de la casa con un vestido de color vino, su melena rubia llamo mí atención pues aquí no había nadie con ese color de cabello tan llamativo, al menos no natural porque mí vecina Sara se había quedado calva apenas se puso el tinte en la cabeza. Así me había contado mí madre apodada Rika cuando le insisti a qué me llevará a la peluquería a teñir mí cabello,Ya se imaginarán el trauma que me quedo, seguí mirando por la ventana casi pegando mí mejilla en el vidrio cuando un hombre con el cabello peinado para un costado salía con un traje del mismo color que el que traía su esposa, ya estaba por marcharme porque me habían aburrido con su ropa tan formal cuando de pronto salió un chico también vestido de esa forma pero su cabello era igual al de su madre sin embargo sus ojos eran negros, tan oscuros que no se veía nada en ellos hasta que su vista se fue a la mía, inmediatamente cerré la cortina ansiosa de que me haya descubierto husmeando lo que hacían en secreto, joder espero que no le diga a sus padres. Me tiré al suelo y de rodillas mire por el borde de la cortina, aún seguía mirando en mí dirección pero ahora su cara inexpresiva tenía una sonrisa ladeada cargada de burla como si quisiera reírse, volví a agacharme con las mejillas todas coloradas por la vergüenza de que me haya visto de esa forma, ahora como lo miraría a la cara.

-¿Shioh? -mi padre me habló desde la puerta y yo me levante de dónde estaba para correr hacia el espejo para fingir que me peinaba para la escuela.

-padre - le respondí en mí lengua paterna para que me entendiera porque me gustaba hablar más en español como mamá, ya que mis abuelos nacieron en América.

-Baja así te llevan a la escuela -asentí y suspiré una vez que me dejó sola para mirarme una última vez en el espejo, adoraba mí uniforme porque se parecía al de Sailor Moon mí serie favorita, espero poder encontrar mí amor del pasado como ella.

Cuando salí de casa el chófer ya me estaba esperando con el motor del auto encendido así que me despedí de Rika que volvía a casa con una sonrisa, ¿De que habrán hablado? La curiosidad me está matando, una vez dentro mire por la ventanilla, que se sentirá ir a la escuela caminando con los otros niños, supongo que ser una niña rica no todo es felicidad sino apariencias, mí padre pertenece al grupo Nakamura en donde se encargan de un restaurante prestigioso de sushi que se espande por todo nuestro Japón, el negocio nació cuando mis ancestros cocinaban para toda la familia hasta que decidieron abrirlo al público para que todos pudieran disfrutar de su maravilloso platillo, solo una vez pude degustarlo cuando mí abuela lo cocino especialmente para mí cumpleaños. El auto paró en frente de la secundaria Yokohama, ahí me baje para adentrarme al gimnasio donde se practicaban partidos de Basket ball para competir con otras escuelas a fin de año. Me acomode en la tercera fila porque era por orden de llegada, me muero por saber cuál será el castigo de hoy recuerdo que el año pasado el último en llegar tuvo que limpiar los baños durante toda una etapa escolar, sentí como alguien golpeaba mí hombro con delicadeza era Sage una de mis mejores amigas, mordía sus labios con brillo labial con delicadeza parecía un manojo de nervios, después me agarró de la mano para tirar de mí para murmurar una tontería que de seguro era noticia vieja como siempre porque nadie me ganaba con los chismes pero está vez fue diferente.

HeartlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora