Hoy será un largo y pesado día, todo el personal se movía de un lado para el otro.
Kat, la manager, nos preparó con los maquillistas y estilistas para que también nosotros estuviéramos presentables, algo así como en la premier de Merlina, solo que esta vez será más elegante. A los chicos los vistió con trajes negros, mientras que a mí, me pusieron un vestido negro de tirantes y con una pequeña abertura en la pierna, les había dicho que no quería ajustado para tener mejor movilidad y vaya que le atinaron.
Los chicos y yo nos encontrábamos afuera de la habitación esperando a Jenna y a los demás para poder irnos al evento.
-Woow quiero que seas mi acompañante para la alfombra.
Giré en dirección de aquella voz que podría reconocer en cualquier parte del mundo. ¡Maldita sea! Se ve hermosa.
-Muy bien, acepto—dije automáticamente y recordé en donde estaba, con quien estaba y lo que estaba haciendo—Arrasarás en esa alfombra.
-¿Tú crees?
-Claro que sí, míralos como los tienes—señalé a los chicos y estos rápidamente se aclararon la garganta y se pusieron serios—.
-Se ve muy bien señorita Jenna—comentaba Sergio—.
-Extremadamente bien—enseguida Scott hablaba y yo levante mi ceja al igual que Jenna—¿Todos listos entonces?
Nos subimos a los respectivos vehículos y mucho antes de llegar al lugar, se podía observar la gran presencia de personas: había camarógrafos, entrevistadores, fans y por supuesto, las celebridades.
-Vaya.
Fue lo único que pudo gesticular y cuando la vi por el retrovisor, comenzó a jugar inconscientemente con sus manos nerviosamente.
-Lo harás increíble Jenna, aparte, te ves hermosa, deberías de lucirte el doble.
Solo se limitó a sonreír y por fin habíamos llegado. Momento del show.
Me bajé con cuidado del carro para abrirle la puerta y desde que me bajé, los flashes se hicieron presentes.
-Señorita Ortega—extendía mi mano para ayudarla a bajar—.
-Tonta.
Todo su staff se apuró a acercarse con ella para darle los últimos retoques al maquillaje y acomodar ese hermoso vestido.
-¿Lista?
-Lista.
Dio un gran respiro y comenzó a caminar con una increíble seguridad que admiraba de ella. Cuando llegamos con un grupo de personas, me percaté que su compañero de trabajo llamado Percy se encontraba ahí.
Había algo en él que no me convencía por completo y no me daba buena espina. Los dos se saludaron y yo me hice de la vista gorda volteando a otro lado.
La primera parada fue por supuesto pasar por la alfombra con toda aquella fila de fotógrafos y al final de esos, otra gran fila de entrevistadores. Yo me encontraba situada hasta atrás y vi como ella veía hacía atrás en busca de alguien y cuando se topó conmigo, supe que era a mí la que buscaba. Sonreí mientras asentía y ella sonrió ampliamente.
Nuevamente aquella seguridad se apoderó de ella y comenzó a posar para las fotos. Cada vez que avanzaba, nosotros hacíamos lo mismo hasta llegar al final con los entrevistadores y cuando llegue con ella.
-¿Y ese porte que te cargas? —levantaba una ceja y Jenna solo se sonrojaba recibiendo un empujón por parte de ella—.
Nuevamente me encontraba a metro y medio detrás de ella en cada entrevista y había algunas preguntas que la ponían incómoda pero sabía muy bien como responderlas educadamente. Hubo un momento en donde su amigo Percy quería llamar su atención como niño pequeño. Tal fue el grado que pasó delante de mí dándome con el hombro y el muy hippie me miró con el ceño fruncido.
-A este idiota también le falta un pequeño susto ¿No lo crees Ana? —decía Sergio—
-Ganas me sobran, pero aquí no podemos hacer nada, ni mucho menos a él.
-Maldito greñas.
Desafortunadamente, Jenna no ganó en la categoría de mejor actriz, pero aún así todos la felicitamos por la nominación. Regresamos al hotel para que se pudiera cambiar de atuendo e ir a la fiesta que hacen después de cada evento. Todos nos arreglamos a algo más "cómodo" y nos dirigimos nuevamente al lugar.
Al llegar, otra vez el niño hippie se encontraba ahí, a todos nos miró como si tuviéramos alguna enfermedad contagiosa y nos ignoró por completo, respiré profundamente y sentí como una mano tocaba mi brazo, al mirar, era Kat que me observaba con una expresión de "LO SÉ, A MI TAMPOCO ME AGRADA".
La noche transcurrió tranquilamente hasta que alguien detonó la bomba.
Me encontraba frente a Jenna y Percy ya que les estaban haciendo unas rápidas preguntas antes de las fotos, cuando de pronto, el muy cabrón y cínico, colocó su mano en el pecho de Jenna y ella giró conmigo rápidamente y pretendiendo que no había ocurrido nada para que los demás no se dieran cuenta, ni siquiera fue como un accidente, la dejó ahí unos cuantos segundos y antes de que tomaran la foto, la retiró.
Sentí como la sangre me hervía y comencé a tensar todos los músculos de mi cuerpo. Ese cabrón me las va a pagar ahora sí.
Después de las fotos, Jenna se alejó de él muy incómoda y observándome, así que me acerqué a ella para alejarla de él e irnos lo más pronto posible.
Pasé por detrás de él dándole un pequeño empujón para quitarlo de mi camino.
-Señorita Ortega, es momento de retirarnos.
-Hey—ahora que quieres hippie—Cuidado por donde caminas.
Lo miré de abajo hacia arriba y volví a centrarme en Jenna.
-¿Lista?—sonreí y ella hizo lo mismo—.
-¿A caso escuchaste lo que te dije? —su mano sostuvo mi brazo—.
Uy niño greñudo, mal movimiento.
Observé su mano que seguía sosteniéndome.
-Quita tu maldita mano, al menos que quieras que te la rompa en dos partes.
Nos sostuvimos la mirada hasta que el retiró la mano y observó a Jenna como esperando que dijera algo o que lo defendiera, pero en cambio, agarro mi mano.
-Vayámonos por favor.
Le sonreí por última vez antes de retirarnos y me percaté que Sergio se encontraba muy cerca de él y cuando este giró, se encontró a un chico de 2 metros justo detrás de él sonriéndole sarcásticamente.
Nos fuimos hacía la mesa aún con las manos entrelazadas y antes de llegar con todos, nos soltamos.
-¿Nos vamos? Estoy muy cansada.
El camino fue en silencio, de vez en cuando comentábamos algo, pero ella se mantenía seria. Al llegar, todos nos alistamos para irnos a dormir en nuestras respectivas habitaciones y cuando estaba a punto de ir a la mía, Jenna salió de su cuarto.
-¿Ana?
-Si.
-Gracias, por sacarme de ahí.
-Y yo lo lamento.
-¿Por qué?
-Porque no lo pude prevenir, no pude hacer algo más, yo tengo que estar contigo para evitar todo esto.
-Hey—sostiene mi mano—Creo que esas cosas no te las esperas y créeme, hiciste mucho.
-Hubiera querido hacer más.
-¿Cómo golpearlo?
Asentí y las dos comenzamos a reír.
-Bueno, descansa que mañana será otro gran día. Descansa Jenna.
-Descansa Ana.
Y como aquel día, se acercó a mi para despedirse con un abrazo y beso en la mejilla, solo que esta vez, comencé a responder a cada gesto de ella.
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DEBE SER UNA BROMA
FanfictionMe preparé para ser la mejor agente y cumplir las misiones sin ningún problema y sin miedo a las consecuencias...pero ser guardaespaldas de alguien, eso nunca me lo enseñaron, no hasta que ella apareció y lo cambió todo, ahora mi misión es protegerl...