Parte 6

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Después de ese beso, por más que tratara de disimular que jamás pasó y ser lo más neutral con ella, no podía, me era sumamente imposible lograrlo y más cuando empezaban esos coqueteos.

En cada entrevista que la acompañaba, le hacían preguntas respecto al amor y siempre volteaba en mi dirección y se distraía, yo trataba de retirarme para no causar ningún conflicto. También en cada sesión de fotos, Jenna no paraba de verme y creo que varios comenzaban a notarlo, yo seguía con mi postura de ser solo la guardaespaldas.

De hecho, tenían tiktoks donde salíamos las dos caminando y yo la cuidaba, en esos vídeos se podían notar aquellas miradas, sonaban canciones como la de "Nothing Break Like a Heart" de Miley Cyrus, "Deja Vu de Olivia Rodrigo y muchísimas más.

-¿Lista para la comida familiar?

Dio un pequeño brinco de emoción como niña pequeña.

-Aún no sé si sea buena idea Jenna—suspiro—Por todo internet se corre el rumor que Jenna Ortega tiene una romance con su guardaespaldas y ella es 7 años mayor—levantó la ceja—.

-Ana—comienzo a ver como se empieza a acercar—¿Desde aquel beso ha pasado algo más? ¿No verdad?

-Solo coqueteo captado por cámaras y fans decididos a hacer historias sobre nosotras. Solo eso—decía sarcásticamente—.

Su rostro cambio completamente, se había apagado algo en ella.

-Oye—me acerqué hasta quedar a centímetros y tome sus brazos—No quise que sonara mal, disculpa—ahora comenzaba a acariciar esos brazos—Solo quiero protegerte Jenna.

Sus grandes ojos marrones me miraban atentos.

-Te acompañaré con una condición—me observaba atenta a lo que diría—Iré como tu seguridad.

-Pero no quiero que...

-Como tu seguridad Jenna, por favor.

-Pero es tu día libre.

-No importa, no quisiera que hubiera malos entendidos con tu familia, así que iré y estaré contigo en todo momento, pero como seguridad ¿Entendido?

-Mandona.

Puso los ojos en blanco y se dio la vuelta para seguir en lo suyo.

Lo estás haciendo muy bien Ana, di un gran suspiro y mi dirigí a la terraza, necesitaba despejar mi mente y que mejor manera que reorganizando y corroborar la agenda para los próximos eventos.

Después de un rato, observé la hora en mi reloj y me percaté que tenía que arreglarme para la fiesta.

Jenna me había comentado que la fiesta sería en una zona con pinos y no iba a ser tan formal pero tampoco informal. Escogí un vestido algo ajustado a mi cuerpo de tirantes color azul turquesa, un blazer color aperlado y opté por unas zapatillas de tacón moderado.

-Lo bueno es que vas de seguridad, no quiero imaginarme si me hubieras acompañado como una amiga.

Su voz la escuché a espaldas de mí y cuando giré sonriendo en dirección de ella, mi corazón casi se salía de mi boca. Traía puesto un vestido largo de color verde, ajustado de la cintura, pero ligero de abajo y se podía apreciar un pequeño escote, por supuesto que sus zapatillas no podían faltar.

-¿Entonces ya está lista señorita Ortega?—sonreí sarcásticamente porque sabía que no le gustaba cuando me dirigía así con ella—.

Su rostro hizo una mueca de desagrado y comenzó a caminar hacía la puerta. En el vehículo iba toda la familia Ortega y de piloto estaba Josh, obvio yo era el copiloto.

DEBE SER UNA BROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora