Capítulo 4: El festival

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- ¡Deprisa, onii-chan! ¡Debes recoger mi yukata! - exclamó Nomi mientras movía a un dormido Isao.

- Nomi... Apenas son las 9 de la mañana - exclamó el peliazul con desgano después de ver la hora en su celular.

- ¡Pero igual debes ir por él, onii-chan! Por favor - suplicó la niña.

- No vas a parar hasta que me levanté, ¿verdad? - cuestionó Isao antes de soltar un resoplido - Ya voy - exclamó mientras se sentaba en su cama.

- ¡Gracias, onii-chan! ¡Te quiero! - exclamó Nomi para luego darle un abrazo a Isao y después salir del cuarto con dirección a la sala.

- Esa niña... - dijo Isao con una sonrisa para luego ponerse de pie y mirar su escritorio - Con la inspiración correcta... Esto no es díficil - comentó el peliazul mientras sostenía un papel que luego dejaría nuevamente sobre su escritorio para luego salir de su habitación.

- Vaya. Pero si el bello durmiente por fin despierta - saludó Yasuhiro con burla - Te estabamos esperando para desayunar - exclamó mientras tomaba asiento.

- Gracias y... perdón por hacerlos esperar - se disculpó el peliazul.

- Descuida, hijo. Ahora, niños, coman - ordenó su madre.

- Recuerden que nosotros también debemos ir de manera elegante, chicos - exclamó su padre.

- Claro, padre - dijo Yasuhiro mientras tomaba un sorbo de su té.

- Me pregunto si Itsuki también irá al festival con su familia - pensó Isao mientras comía un pan.

- ¿Ocurre algo, hermano? - preguntó Yasuhiro con una sonrisa burlona captando la atención del peliazul - ¿Acaso estás pensando en "ella"?

- N-No sé de que hablas - dijo Isao mientras desviaba la vista algo sonrojado.

- Onii-chan, ¿invitaste a "ella" al festival? - preguntó Nomi.

- N-No invité a nadie y no sé a quien se refieren con "ella" - exclamó Isao con vergüenza.

- Hablamos de... - Yasuhiro sintió como le jalaban de la mejilla - ¡Mamá, duele!

- Ya dejen de molestar a su hermano y coman - reclamó su madre provocando que sus hijos siguieran comiendo en silencio.

Horas después, Isao se ponía su casaca mientras se acercaba a la puerta - Volveré en unos minutos - dijo mientras salía de la casa.

- Ten cuidado, hijo - dijo su madre.

Isao se dirigía hacia el local que le alquilaría el yukata a su hermana pero su mente estaba en si había una pequeña posibilidad de encontrarse con Itsuki en el festival - Podría llamarla... Aunque, ¿estaría bien que la invite? - se preguntaba cuando logró ver en la otra calle al chico que siempre acompañaba a Futaro usando unos audífonos - Él es... Kaneko si no me equivoco... Quizás él sepa si Itsuki irá al festival - pensó mientras se preparaba para caminar hacia el chico pero en ese instante vió como Kaneko llamaba la atención de unas personas que resultaban ser: Futaro, Itsuki y Raiha. Isao al ver eso decidió no acercarse ya que sentía cierta molestia de ver como Itsuki pasaba tiempo con Futaro - No se llevan bien pero igual salen juntos a un salón arcade, ¿eh? - pensó el peliazul con frustración para luego seguir su camino.

Al llegar a su casa, Isao le entregó su yukata a su hermana quien lo recibió con alegría para luego buscar a su madre para que le ayude a ponérselo mientras él se dirigió a su cuarto ya que había obtenido algo de motivación para escribir un poema pero en esta ocasión el sentimiento no era de alegría.

"Eres la chica de mis sueños y de mis pensamientos.
Tu sonrisa la recuerdo en cada momento.
Pero no sabes como duele ver que esa sonrisa no es solo para mí.
Pero voy a luchar por tu corazón para que algún día.
Sea yo el hombre que escojas para toda la vida."

Un dulce amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora