Cap XI

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Pasaron los días, cuidábamos a Itachi hasta que se pudo reincorporar. Estaba feliz porque se veía mejor pero también estaba triste, no quería que ese día llegará; tener que irme a casa.
Cuando Itachi ya se encontraba normal, la Hokage nos llamó y menciono que todo estaba listo para el siguiente día irme a casa; tenía un día para despedirme de los demás. Sentía una tristeza enorme.

La pandilla de Sasuke me organizo una fiesta de despedida, todos fueron, estaba Itachi y la familia de él; fue un rato agradable, todos reímos, la pasamos lindo hasta que llegó la hora de despedirme; fue un caos todos lloraron y yo también, estar aquí les agarre cariño y ahora decirles adiós me dolía y más saber que nunca más los iba a volver a ver, me dolía el alma en ese momento. Mis lagrimas salían y salían, no podía dejar de llorar, pero a la vez fue una despedida emotiva, me regalaron una foto donde salían todos y ellos se quedaron con una, diciendo que nunca me iban a olvidar y que siempre será parte de la aldea.

Llegó el momento en el que Itachi y yo nos quedamos solos, nadie decía nada solo nos abrazamos fuerte mientras yo no paraba de llorar, quería calmarme, pero cuando quería hacerlo me llegaba el pensamiento que nunca más lo iba a volver a él, mi corazón se sentía pesado que cada vez más tenía dificultad para respirar hasta que me quede dormida en sus brazos.

Era de mañana, ya era el día en que le tenía que decir adiós al amor de mi vida, llevaba conmigo la ropa que traía puesta; la ropa de mi mundo junto con mis cosas. Todos me acompañaron a la entrada de la oficina de la Hokage para decirme adiós por última vez

- Ha llegado el momento __ - Menciono la Hokage mirándome con una mirada triste – Siempre serás parte de esta aldea y siempre te recordaremos, es momento que tengas un buen viaje a tu hogar – Sonrió, solo pude asentir en ese momento llegaron unas personas y me explicaban lo que debía hacer, cuando ya era el momento abracé tan fuerte a Itachi y le dije lo mucho que lo amaba y lo mucho que estaba agradecida con él; él solo me abrazaba fuerte mientras me decía que me amaba también...

Cuando abrí los ojos ya no estaba en la oficina de la Hokage, estaba en un hospital de Japón.
Ese momento estaba presente un doctor
- Has despertado, ¿Cómo te sientes? – Me miraba de forma que me examinaba

- Me siento mareada, ¿Qué paso? – pregunte confundida

- Estabas en un tren cuando te desmayaste, te diste un golpe duro en la cabeza, pero no te preocupes, no estas sola. Tu novio ha estado cuidándote. En un rato más vendrá la enfermera a checarte – Me sonrió y se fue, ¿acaso dijo novio?
No quise darle mas vueltas al asunto, miré a mi alrededor y definitivamente ya estaba en mi mundo, no pude dejar de pensar en Itachi ¿qué paso con él? ¿Cómo se encuentra? ¿lo mandaron a otra misión? Mientras pensaba en él, no pude evitar llorar, sentía como se me salía el corazón, pero una parte estaba feliz por haber conocido al amor de mi vida.
Me voltee a ver la ventana, cuando escuche que abrieron la puerta, pensé que era la enfermera cuando escuche esa voz...

- ¿Qué ha pasado en mi ausencia? ¿Te lastimaron? – Me preguntaban con una seriedad, voltee asustada y ahí estaba él mirándome y sonriéndome

- ¿I – Ita- tachi? – pregunte nerviosa, acaso era mi imaginación, ¿es una ilusión mía? 

- ¿Me extrañaste? – Me miro sonriendo - ¿Cómo te encuentras? – pregunto serio

- ¿En serio eres tú? ¿Eres real? – Pregunte, aún no podía creerlo, él solo rio y asintió

- Prefería morir antes que dejarte ir, ¿lo recuerdas? – me sonrió mientras golpeaba mi frente con sus dedos de una forma delicada, no pude evitar sonreír mientras me quejaba del dolor

- ¿Me puedes decir que es lo que paso y por qué traes esa ropa? – le dije riendo, el solo sonrió y me conto que después de que me llevaran a mi mundo, él fue detrás de mí. Su familia ya lo sabía, y lo que dijo Mikoto a Itachi en el hospital era que se fuera sin preocupaciones, cuando el llego a mi mundo estaba en el mismo tren donde yo me encontraba, pero cuando llego me encontraba inconsciente y con personas alrededor. Cuando llegaron los paramédicos, le preguntaron a Itachi si me conocía o que era de mí, ya que no se separaba de mi cuerpo inconsciente, a lo que él dijo que era mi novio y nos llevaron a este hospital.
Dijo que decidió comprarse ropa porque las personas lo miraban raro, pero me dio risa al ver que los zapatos aún tenía sus zapatos de shinobi.
Cuando me recuperé, regresamos a mi país. Me daba ternura ver a un Itachi curioso, y emocionado por el nuevo mundo que estaba en sus ojos, no lo podía creer; parecía un niño pequeño.

Llegamos a mi casa, y le dije a mi mamá que era mi novio y que ahora iba a vivir con nosotras. Ella estaba tan sorprendida que me invadió de preguntas, le dije que ya nos habíamos conocido antes del viaje y hubo unas mentiras para que lo aceptara, con el paso del tiempo Itachi y yo éramos muy felices, el decidió abrir su propia academia de artes marciales en la ciudad donde vivíamos, se volvió famosa muy rápido solo porque el sensei es guapo y bueno en las artes marciales.
Así fue como empezamos a vivir nuestra vida juntos, en ocasiones íbamos a la aldea para visitar a los demás, ya que para mi sorpresa descubrieron una manera para regresar y se la entregaron a Itachi.
Era tan irreal como todo marchaba bien, parecía que el destino se puso de nuestro lado, parecía un cuento de hadas pero que bueno es saber que los finales felices si existen y que yo merecía tener uno, pero quién diría que mi destino no era un lugar, sino una persona, una persona que me enseño el amor y lo que es ser amada, que aquella persona fría y distante, sería un increíble papá de 2 pequeños. Qué aquella persona que mi corazón buscaba desesperadamente era un ninja de una aldea llamada konoha y que ese tren que tome me guiara hacia él, hasta encontrar a Itachi Uchiha.



Te encontré (Itachi y tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora