Boliche

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Italia
16:45 PM

Ángel y Leandro estaban aburridos, no los estaban dejando salir por más que su siguiente partido fuera en más de un día

Aunque el cerebrito de Massimiliano no le funcionó tan bien, los dejó encerrados, si, pero en la habitación tenían de todo; comida, internet... Comida... Internet...

Bueno, podían sobrevivir, no tenían a sus respectivas "parejas" – o en el caso de Leandro, sus amantes – con ellos, pero una consola podía ocupar ese lugar, después de todo, ¿Qué mejor que una Play?

Bueno, los abrazos de Luka, sus besos y su presencia, pero ahora no tenía nada de eso, así que, Amanda, cómo bautizaron a la máquina, se encargaría de hacerlos felices.

Además, solo podían salir para entrenar, la comida la llevaban a su habitación, la verdad era un lujo, pero también una cagada, tenían que convivir todo el rato, y, aunque eran amigos, a veces cambiar de aires no hace mal.

Por suerte tenían un balcón, no era la gran terraza, entraban dos sillas, una mesa y ellos, junto a un parlante y alguna plantita por ahí.

Justamente estaban allí, sentados, escuchando un poco de cumbia hasta que tres toques en la puerta los hicieron reaccionar.

— Andá vos — ordenó el menor, poniendo más agua en el mate.

Al abrir, se encontró con dos personas, esperaba a Allegri, pero esa visita fue mejor que ese viejo casi pelado.

Los dos conejos que cogen con Leandro, – cómo conejos casualmente –, estaban ahí y, a lo lejos, podía ver a su querido rubio.

Cerró la puerta para reírse y luego hablar.

— ¡NO SABÉS QUIÉN VINO! — decía, obteniendo una mirada de curiosidad por parte el ojiazul — TU SÉQUITO AMOROSO

Dicho eso, Leandro salió corriendo a la puerta, para abrirla y lanzarse a los brazos abiertos de ambos hombres. Aunque no quisiera aceptarlo, les había agarrado un poco de cariño.

Mientras el trío amoroso se abrazaban e intercambiaban.. gérmenes, Luka los miraba con rareza, nunca había visto una pareja de tres, era eso posible? Solo esperaba que Ángel no quisiera algo así, lo quería solo para él, no pensaba compartirlo, aunque eso fuese un tanto tóxico, no le importó.

— Luka — lo llamó, haciéndolo salir de sus pensamientos, para luego ir y abrazarlo bastante "fuerte".

En medio del lindo reencuentro, habló.

— Tú no quieres algo así, verdad? — preguntó, refiriéndose a aquel trío cerca de ellos.

— No, ni en pedo, si ya uno me hincha las pelotas imagínate dos — dijo, recibiendo un golpecito en respuesta — Qué? Vos querías un trío?

— NO — respondió apresuradamente — Te extrañé

— No nos vimos por un día — recordó, intentando no delatar que él también lo había extrañado.

— No, si, bueno — dijo — Te extrañé igual, tú no?

Respondió afirmativamente, para robarle un beso rápido y luego dirigirse al trío, les avisó del guardia personal que tenían; Massimiliano Allegri.

Entraron todos a la habitación y Mauro no tardó en hablar.

— Hoy se bolichea, se prenden? — preguntó — Vos también estás invitado enano — finalizó, sacudiendo el pelo del rubio, haciendo que este se moleste por el apodo y la acción.

Encontrarse otra vez -MODRÍA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora