Encontrarse otra vez -MODRÍA-

Amar y ser amado - 2018 - Pt.1

2018

De cara al primer partido de la selección argentina en el mundial Rusia 2018, Di María, que debía estar entrenando o focalizado en ganar, estaba en una situación comprometedora. No podía creer cómo cayó en los encantos del arquero polaco. Le gustaba el cuerpo formado, musculoso y deseable que poseía aquel hombre. Era tan... sensual. No pudo resistirse a la seguridad con la que éste hablaba, era egoísta y narcisista, pero le encantaba. Irradiaba una sensación de superioridad sobre el resto que nadie más tenía, y bueno, es que nadie más era como él; nadie más era Wojciech Szczęsny. Aunque solo lo conocía por su nombre y de algunas conversaciones con sus compañeros del PSG, nunca había hablado con él. Ahora que sus manos estaban posadas sobre el pecho del polaco sintiendo los agitados latidos de éste a la vez que 'Tek' volvía a acercarse con intenciones de hacerse con un beso más de los tantos que llevaban, podía creer en los rumores del arquero que se habían formado. Szczęsny acariciaba su espalda deteniéndose brevemente en su cintura. Escondidos entre los pasillos del hotel, se besaban con locura y precaución.

El único hombre con el que había estado involucrado sentimentalmente, había sido con aquel que rompió su corazón con crueldad. Su corazoncito tenía varios rasguños, agujeros y demás, todo por la ausencia de ese Dios que le dió y arrebató todo en tan poco tiempo. Su vida había vuelto a ser la misma, era un "hombre de familia'' e intentaba cumplir ese estereotipo del hombre heterosexual idealizado que no lograba alcanzar, pero simplemente no podía cumplir con los estereotipos. ¿Qué es un estereotipo? Sencillo, algo que él no era. Sin embargo, para explicarlo mejor y con palabras que tengan mayor capacidad de explicarlo: un estereotipo es la idea, concepto o modelo que todos deberíamos seguir y cumplir. Claro, no es fácil, porque todos somos diferentes, pero en el fondo iguales; todos somos humanos. A él no le importaba lo que el mundo pensara sobre si le gustan los hombres. No le molestaría que todos hablen de él si está con un varón, claro, hipotéticamente, ya que a todas las personas nos afecta la opinión ajena. No debería de molestarnos lo que alguien más piense sobre nosotros, ¿No? Nosotros somos lo que queremos ser, sentimos lo que nos dé la gana, estamos con quién queramos y nos puede gustar quien deseemos. Uno se preocupa mucho, por la ropa, el peinado, como hablamos, qué pensamos, que nos gusta y que no nos gusta. La gente decide si les caes bien o no en base a tus gustos, porque si no son como los de la mayoría de las personas, sos diferente, sos raro, o rara. Aquel mismo hombre que tanto miedo sentía de ser clasificado de tal forma comprometedora con la sociedad iba subiendo por el ascensor, debido a que en base a como habían sido sorteados los grupos en el mundial, así fue como los agruparon en los hoteles.

Las risas y susurros indecentes que felizmente ploriferaban entre ambos hombres, repentinamente y sin aviso se callaron por parte del moreno. Su vista pasó de estar posada sobre el arquero a observar al pequeño croata de cabello rubio. Se estudiaron nuevamente como si no se conociesen, pero lamentablemente para ambos se conocían desde la cabeza hasta los pies. Debía admitirlo, el nuevo peinado le quedaba mejor que aquel que llevaba por esos años, pero nada relevante... Estaba más lindo. Bueno, no debería pensar eso pero, ¿Cómo no hacerlo? Se veía tan... Maduro con respeto al 2014...

— ¿Ángel? — Preguntó tontamente, como si no supiera de quién se trataba de — Oye yo... ¿Podríamos hablar?

— Estoy ocupado. — Contestó, frunció los labios y a su vez levantaba sus hombros. Tomó la mano del más alto, dando a entender que los dejase solos.

— Por favor? Es importante, sí? Y será rápido así pueden volver a... Bueno, eso. — No podía proclamarse celoso ante tal situación, no era nada con el argentino y éste parecía estar en algo con aquel otro.

Dudó pero terminó accediendo a la petición de Modrić. Miró al de ojos hermosos, pero no hablaba de Luka, si no de 'Tek', juraría por su madre que detestaba tener que dejarlo por el croata, pero también debía admitir que le gustaba la idea de lo inesperado que fue encontrarse al mayor, como si no lo hubiera sabido desde un principio... El arquero de la Juventus le robó un beso.