Capítulo 14

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<< Labyrinth de Taylor Swift >> 

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Capítulo 14

Ryo

Llevo diez minutos intentando pensar en que elegir. No sé qué ropa ponerme. Se supone que es nuestra primera cita, lo normal es que vaya presentable.

Luego, recuerdo que no es una cita de verdad. Se trata de todo una farsa.

«¿Realmente, debería vestirme para la ocasión?»

En estos momentos, solo llevo una toalla atada a la cintura, porque acabo de salir de la ducha. Abro las puertas del armario de par en par, otra vez, para ver qué conjunto ponerme.

«¿Y si le pido ayuda a Pinterest?»

Cojo el móvil y entro en la app, toco en el buscador y escribo "conjuntos aesthetics de invierno para hombre", le doy a buscar y la página me carga un montón de fotos.

¿Cojo algo sencillo como una sudadera con unos vaqueros, o quizá algo más formal?

Escucho como la puerta de mi habitación se abre.

Una chica de cabello largo, liso, color chocolate me dedica una mirada, apoyada en el marco de la entrada. Lleva puesto un vestido rojo largo y una americana.

—Hola, hermanito. —Me sonríe, acercándose a mí—. Uy, hueles a limón.

—Porque me he duchado y lavado la cabeza.

—Ala, la ducha de la semana. —Se mofa.

—No digas tonterías, yo me ducho siempre. —Me irrita que se meta tanto conmigo—. ¿Y qué haces en casa?

—He quedado con mamá y papá para hacer unas cosas.

Me cuenta que mis sobrinas se ha quedado con nuestros abuelos, mientras ellos hacen varios recados. Por el contrario, yo le explico acerca de mi quedada, pero sin especificar con quienes. Solo le doy el detalle de ir al zoo.

Saco dos conjuntos diferentes y le pido opinión femenina.

Arruga las cejas, clavándome una mirada interrogante.

Por favor, que no lo pregunte. Que no me cuestione lo que creo.

—Jamás —dice en tono seco—. Nunca jamás me pides consejos acerca de ropa. —Ladea la cabeza, como si intentara buscar respuestas—. No, no puede ser.

—Cállate.

—¡¿Tienes una cita?! —cuestiona en alto, obligándome a taparle la boca.

—Que no, que no es eso.

—Ya decía yo. —Se aparta y se ríe de nuevo—. Con tu carácter es imposible que alguna chica te aguante.

—Lo raro es que tú hayas conseguido casarte. —Le saco el dedo corazón.

HASTA QUE FINALICE LA PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora