✵EPÍLOGO✵
<< King of my heart de Taylor Swift >>
Ryo
El estadio en Londres está vibrando con la energía de miles aficionados.
Mis ojos solo se centran en el marcador 13 – 14 en el quinto set.
El sudor recorre mi frente, pero no es cansancio lo que estoy sintiendo, es la adrenalina.
Este es el momento que hemos estado esperando desde hace cuatro meses, cuando me mudé a Londres para jugar en el mundial, como los representantes de Sweden. Es este el instante por el que hemos trabajado incansablemente.
La gente llenando de gritos, de ánimos todo el escenario, mientras ambos equipos mantenemos la concentración en el juego.
Arzhel, nuestro líbero, y otros de mis compañeros me lanzan una mirada que muestra determinación. Sé lo que significa, hemos practicado esta jugada miles de veces. La confianza entre nosotros es absoluta.
El árbitro pita, y el saque del equipo contrario vuela hacia nosotros. El balón viene rápido y bajo.
Todo se realentiza. Veo a nuestros atacantes preparados, cada uno en su posición, pero mi instinto me dice que confíe en nuestro líbero.
—¡Es mía! —Arzhel se lanza con una precisión impecable, recibe la pelota, provocando que salga en mi dirección, justo en mis manos.
Bien.
Hago una finta con mi cuerpo hacia la derecha, engañando al bloqueo contrario, y justo en el último segundo, giro y coloco el balón en una elevación perfecta para otro de mis compañeros, que ha corrido hacia la red.
El salto de este es como un poema en movimiento, un arco de pura potencia y gracia. El bloqueo contrario reacciona tarde, sus manos se elevan en un intento desesperado. Pero es inútil. Mi compañero golpea el balón con fuerza y precisión que solo puede venir de horas de sacrificio y determinación.
El balón cruza la red, en cámara lenta, a los ojos de todos los presentes, la televisión, los jugadores de ambos equipos, los que transmiten el partido, el árbitro, la gente de las gradas, todos.
—¡Este balón no se pierde! —El capitán del equipo rival se tira hacia la bola, con demasiada rapidez
Sin embargo, la pelota golpea el suelo enemigo con un estruendo que casi silencia la multitud.
Casi. El estadio explota en un rugido ensordecedor.
Caigo de rodillas, el alivio y la alegría no tardan en inundarme.
Arzhel corre hacia mí y se cuelga a mi cuerpo como un niño sediento de victoria y ahora la está saboreando.
—¡Ryo!, ¡Arzhel! —Varios de mis compañeros nos tiran al suelo, mientras recibimos los aplausos de la gente.
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HASTA QUE FINALICE LA PRIMAVERA.
Romance•Ella capitana de natación. •Él jugador de voleibol de la universidad rival. •Un pacto entre rivales con fecha de caducidad. •¿Qué podría salir mal? ___________________________________________ Bilogía: Hasta que finalice la primavera: •Primer libr...