Capítulo 4

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Capítulo 4

Ryo

Nuestro entrenador y técnico nos han dejado un rato libre antes del partido. Se niegan a que forcemos el cuerpo más de lo habitual y mucho más antes de un partido.

Nevan y yo cruzamos el paso de cebra que separa ambas universidades y nada más poner un pie en Oak, la lluvia inicia su descenso. Menos mal que llevamos paraguas con nosotros. El de mi amigo es de color verde pino y el mío ámbar con tonos melocotones.

Mi compañero me comenta que va a adelantarse para buscar a Maple, que si no quiero acompañarlo, que le espere a la entrada para ir los tres juntos. La verdad, prefiero que vaya él y no tener que recorrerme el gran campus de nuevo, como hace varios días.

Me apoyo en el muro de hormigón que protege la cátedra, poniéndome los cascos para evitar los temas de conversación de la gente.

Pasan varios minutos, me impaciento por la tardanza de Nevan, ni que hubiese ido a probar la comida de la cafetería.

Detengo la Playlist que estoy escuchando y le envío un mensaje. 

Ryo

¿Se puede saber por qué tardas tanto?

Nevan

Estoy ayudando a Maple con una cosa, enseguida vamos.

Ryo

Deja de poner excusas, si querías quedarte a ligar habérmelo dicho.

Nevan

Tú quieres que te zurre, ¿verdad?


Me río ante ese último mensaje. Puedo sentir el ceño fruncido de mi amigo y la cara de mala hostia que me hubiese puesto si me lo hubiese dicho en persona.

Estoy por ponerme los cascos de nuevo, cuando veo una cabellera color fuego. Una muchacha tiene su rostro alzado al oscuro cielo con los ojos cerrados. Veo como las gotas de lluvia caen por su rostro con lentitud y descienden por sus ropas. Lo bueno es que el abrigo que lleva parece ser impermeable, así que no pescará un resfriado.

Sin darme cuenta camino hacia ella y entonces me encuentro a su lado y la mano que sujeta el paraguas, se mueve para cubrirnos a ambos.

—No hace día para que estés aquí cual girasol, Tomatito Cherry. —Pronuncio con una media sonrisa—. Si no hay sol, dudo que puedas hacer la fotosíntesis, si es que ese era tu plan.

HASTA QUE FINALICE LA PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora