𝐎𝐧𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐜𝐡𝐚𝐧𝐜𝐞 | Rebelde Way

Prólogo

Nombre: Mia

Apellido: Colucci

- ¿Ya terminó la princesa?- Apoya su hombro sobre el marco de la puerta del baño.

- En cinco termino, Daddy.- Comentó concentrada en sus labios, los cuales estaban siendo embadurnados con un brillo.

- Ya vamonos Mia, Peter lleva esperando una hora.- Fraco suspiró, ya que era la quinta vez que recibía la misma respuesta y se estaba comenzando a cansar.

- Enténdeme, ¿sí?- Dejó de lado el brillo de labios para dirigir la mirada a su padre.- Yo no puedo llegar a la escuela como una nena de la calle, todos saben que Mia Colucci llega a iluminar allá donde vaya.- Explicó con bastante tranquilidad para después darse un último retoque en sus pestañas.

- Paciencia, Franco, paciencia...- Susurró para si mismo antes de dar media vuelta y dejar sola a su hija en el cuarto de baño.

La preparación no se quedó ahí, siguió planchando su cabellera rubia, lo cual tardó aproximadamente unos veinte minutos.

Continuó con la delicada selección del conjunto para el Vacance Club, suspiró una y otra vez intentando encontrar una blusa que combinase con sus falda beige y sus zapatos blancos, pero las exageradas dimensiones de su armario estaban dificultando la búsqueda.

Tras varios avisos para bajar al vehículo que llevaba esperándola aproximadamente dos horas, consiguió convencerle una camiseta corta, con pequeños detalles de encaje en color blanco.

Bajó peldaño a peldaño, con suavidad, intentando no rozar mucho sus zapatos con el suelo. Al llegar a la planta baja dio un largo abrazo a su padre y salió caminando como princesa hasta el coche.

- Que linda está hoy, señorita Colucci.- Comentó el chofer ajustando los retrovisores.

- Lo sé, Peter.- Sonrío ampliamente para después abrochar su cinturón y mirar por la ventana hasta la llegada al colegio.

(...)

- Que ordinaria...- Susurró al bajar del coche. Al parecer el disgusto de ver el rosa y el rojo en el mismo conjunto, era tal, que ni siquiera pudo cerrar su puerta.

- ¿Está bien, señorita Colucci?- Peter se acercó preocupado al notar que Mia no reaccionaba.

- Sí, solo fue un mal viaje...- Llevó una de sus manos a la cabeza, intentando disminuir los mareos que sufrió hace unos segundos.- Puede retirarse, Peter.- Ordenó agarrando las maletas que sacó el chófer y caminó hasta la puerta principal.- ¡Feli!- Con una sonrisa alzó ambos brazos al ver a su mejor amiga caminar entre los alumnos de tercer año.- ¡Felicitas!- Su felicidad se desvaneció en tan solo segundos, cuando su amiga dió media vuelta e intento irse.

Cruzó sus brazos indignada, aún esperando que Mitre volviese a caminar hacia su dirección.

Bufó varias veces sin poder llegar a creerse que su propia amiga le de la espalda y con decisión dio zancadas hasta llegar al lugar donde se encontraba Felicitas, vaciandose los bolsillos en una de las papeleras.

- ¿Mia?- Se hizo la sorprendida al sentir los toques en su espalda.- ¿Viste que cambiaron los basureros?- Señaló con asombro mal fingido.