Comienza un nuevo año en Elite Way School, pero protagonizando a una chica más; Erika Grecco Salas, hija de una diseñadora española y un gran abogado francés.
Aquí se narrará toda la historia de Rebelde way, pero de manera distinta, con más dramas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Obvio sí.- Su sonrisa consiguió derretir por completo a la chica.
- Bueno, si vos decís...- Habló con timidez mientras los intensos ojos de Bustamante no paraban de buscar los suyos.- La gente no dice lo mismo.
- Clara, por dios, creéme.- Pablo acaricó la cara de su nuevo juguete, buscando convencerla.- Erika es una chiquilina y yo ya no estoy para nenitas.- Pasó su brazo por la cintura de Clara e intentó acercarla lo más posible a él.
- ¿Y para quién estás?- Era obvio el tono de provocación en la pregunta y esa era la señal que esperaba Pablo para lanzarse a por ella.
- Para vos...- Sonrío por última vez y se abalanzó sobre sus labios.
- Uy, amigo.- Una voz grave se escuchó a unos pocos metros de ellos. Pablito decidió ignorarlo, era su momento, llevaba esperando poder estar con Clara varios meses.- Dejá para los demás.
- Pablo, yo...- La chica miró al comentarista que tenían a su lado.- Yo así no puedo.- Apartó con fuerzas a Bustamante y salió casi corriendo del lugar.
- ¡No, Clara! ¡Vayamos a mi cuarto!- Gritó tras ella, pero fue en vano, su amor temporal ya se había ido.- ¿Qué te pasa, tarado?- Se giró hacia el chico que acababa de arruinar su beso, el cual simplemente sonrió y movió de arriba a abajo sus cejas.
- Bustamante, ¿verdad?- Su pregunta fue la gota que colmó el vaso de Pablo.
- Y la cocha de tu hermana también.- Empujó al moreno e intentó abandonar el lugar.
- Che, que mala onda.- Al parecer el chico no iba a desistir, así que comenzó a seguir al rubio por los pasillos.- Perdonáme, me presento, soy Guido.
- Dale, me alegro por vos.- Pablo ni se molestó en darse la vuelta, estaba seguro de que si lo volvía a ver, iba a soltarle un puñetazo.
- Te vine a hablar porqué me tocó con vos en el cuarto, no porque me apeteció a mi, para que no pensés nada raro, viste que por ahí igual pensabas que era un pelotudo, que sé yo.- Guido no dejó de hablar ni un solo segundo hacia la espalda del Bustamante, parecía estar verdaderamente interesado en hablar con él.
- Mirá vos, ya no lo pienso, ahora lo sé.- Bufó el rubio aguantando si inmensas ganas de agarrarlo a golpes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
