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- ¿Querés un poquito?- Felicitas extendió uno de los dulces que tenía guardados en su bolsillo

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- ¿Querés un poquito?- Felicitas extendió uno de los dulces que tenía guardados en su bolsillo.- Lleva chocolate y dulce de leche.

- Chocolate y dulce de leche...- Suspiró mirandose en el espejo.- Seis mil calorías, no puedo.- Recolocó un poco su cabello liso para después mirar a Felicitas.- Y vos tampoco podés, Feli.

- Ay, la dieta.- Llevó una de sus manos a la cara, tapando con ella su boca, para después tirar con fuerza el alfajor que comía.

- Tranquila Feli, yo conozco unos truquitos para bajar de peso en semanas.- Sentó junto a ella a Feli, obligándola a mirarse en el espejo.- Imagináte con el traje de baño que te regalé.- Esa frase dió rienda suelta a la imaginación de Mitre.

Felicitas llevaba varios días soñando con el cuerpo perfecto y ahora hacerse a la idea de su apariencia con aquel bañador, estaba haciendola volar entre las nubes.

- No sé que haría sin vos, Mia.- Abrazó con fuerza a su amiga y la balanceó de lado a lado.

- Ni yo sin vos.- Correspondió el abrazo con gusto.- Y contáme, ¿qué le dijiste a tu mamá para quedarte?- Mia apartó con suavidad a Feli, desde que Paz y Mitre le confirmaron su estancia en el Vacance Club, se preguntaba cómo consiguieron hacerlo.

- No tuve que decirle nada, mi mamá me vio en short y en musculosa y me mandó solita con las valijas.- Felicitas parecía realmente afectada, cosa que era entendible, llevaba años aguantando ese tipo de ataques.

- No te puedo creer...- Colucci posó su mano en el hombro de su amiga, intentando consolarla un poco.

- Y si, mi mamá odia todo lo que pese más de cincuenta kilos, yo incluida.- Se señaló mirándose al espejo para después bajar su mirada a sus piernas. Mia no sabía que decir, siempre que hablaban del mismo tema ella y su otra amiga se quedaban en blanco.- Che, ¿ya viste a los nuevos?- Mitre se dió cuenta del estado de su mejor amiga e intentó romper el hielo.

- Yo ni quise salir del cuarto, con esa chica que vimos, me alcanzó.- El recuerdo de Marizza entrando en su cuarto hizo estremecer a Colucci.- Escuché que es hija de una Vedett.

- Sí, Sonia Rey.- Mitre se abalanzó sobre su equipaje en busca de enseñar a Mia quién es la madre de Spirito.- La mamá es re divina.- Extendió hacia su amiga la revista donde aparecía la colombiana como portada.

- Ay Feli, por favor, en las revistas te retocan toda.- Colucci ni se dignó a mirar la revista, para ella la gente que vivía del espectáculo no existía.

- De todas maneras la hija es una grasa total.

- Oh my god, es tardísimo.- Miró asombrada el reloj que colgaba en la pared.- Dale, vayamos a por Vico.- Estiró de su brazo escaleras abajo y abrió la puerta con rapidez, con intenciones de echar a correr, pero una pelirroja se interpuso en su camino.

- ¿No sabés mirar?- Empujó a Colucci con cierto asco.

- ¿Otra vez vos?- Mia limpió con cuidado de no contaminarse en la zona dónde puso su mano Marizza, se conocían poco pero ya se odiaban.

𝐎𝐧𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐜𝐡𝐚𝐧𝐜𝐞 | Rebelde Way Donde viven las historias. Descúbrelo ahora